Elsa Ordóñez del Casar, una joven de 19 años de Fuensalida (Toledo), fue coronada el pasado sábado como nueva Miss Intercontinental España, un certamen en el que cada año se elige a la mujer más bella del país y que cuenta con representantes de todas las provincias.
La toledana se enfrentó a 42 candidatas más que luchaban por alzarse con el título de Miss Intercontinental España antes de llegar a la gran final, celebrada en el Hotel Alua Sun Doblemar de La Manga (Murcia), pero fue finalmente ella -representante de Toledo- quien resultó vencedora, algo que "ni de lejos" imaginaba. "Todavía no me lo creo. La resaca emocional que tengo es increíble", ha confesado a este periódico.
Elsa entró en el concurso por casualidad. Nunca había participado en un desfile de moda y una marca lencera de su pueblo le pidió el favor. Estando en la pasarela para promocionar la firma, en el Hotel Beatriz de la capital castellano-manchega, la directora de Miss Intercontinental Toledo se fijó en ella. "Se acercó a mi madre para preguntarle si yo estaba interesada y, en cuanto me lo trasladó, acepté la propuesta", cuenta. Ese mismo domingo la toledana acudió a un ensayo y salió encantada, aunque faltaba muy poco para la gala y sus compañeras llevaban meses practicando.
"Yo me presenté a Miss Intercontinental Toledo -la antesala a Miss Intercontinental España- a finales de abril y la final de era el 25 de mayo. Pensaba que no iba a ganar nada siendo la nueva, pero me llevaría la experiencia y algunos contactos", explica. Sin embargo, el esfuerzo tuvo su recompensa y se hizo con el título provincial para, cuatro meses después, lograr el nacional.
"Han sido meses de trabajo muy intenso, de ir de evento en evento para luchar por la provincia y de practicar muchísimo. He tenido clases de pasarela, de oratoria, de maquillaje... Y también me pedían redactar un proyecto de trabajo social. Poca gente sabe todo el esfuerzo que conlleva un concurso como este y, ver que ha tenido su recompensa, es un orgullo", señala Elsa, que en noviembre tendrá que viajar hasta Egipto para competir por el título internacional.
Estudia de Derecho y baila flamenco
Elsa estudia Derecho y su sueño es ser inspectora de la Policía Nacional. También baila flamenco desde los tres años, canta desde los once y le encanta dibujar. Sin embargo, a pesar de su historial artístico, admite ser una persona "muy tímida". "De pequeña no hablaba, no salía, no me quejaba, no hacía nada. Peco de que se me pueda llamar antipática, pero es porque soy muy vergonzosa", confiesa. Y quizá sea eso, su timidez, lo que le había impedido lanzarse antes al mundo de la moda. "Lo veía muy lejano", dice.
Para la joven, el camino que está viviendo ahora es "muy bonito", pero también "muy complicado". Considera que la gente "solo ve a 40 chicas muy monas andando por una pasarela en bikini o con un traje de piedras", pero "no sabe todo el trabajo y la competitividad que hay detrás". Aun así, cree que "el simple hecho de subirte a un escenario y vencer tus miedos, merece la pena".
"No solo somos una cara bonita"
Por último, respecto a aquellos que piensan que este tipo de concursos son machistas, la toledana lo tiene claro. "No somos solamente una cara bonita y no solo se nos juzga por ser guapas o tener buen cuerpo. Una Miss es un conjunto de cosas, entre ellas la inteligencia o la oratoria. Cada una de nosotras representamos los diferentes tipos de belleza que tiene una mujer y no solo una imagen estereotipada", asegura.
Por este motivo, Elsa anima a que todas las chicas que tengan ilusión por ser Miss "venzan sus miedos" y se presenten al certamen. Eso sí, "no te puedes enfocar en que quieres la corona". "Lo importante no es el título, sino aquello que hagas por conseguirlo y también después. Yo no fui siendo Elsa, fui siendo Toledo y con la idea de dejar a mi provincia en lo más alto", concluye.