Más de setenta personas de la comunidad educativa de Toledo han rendido esta semana un sentido homenaje al profesor jubilado Julián Bermúdez Balboa, pionero de la jornada escolar continua en la ciudad y figura clave en uno de los conflictos educativos que terminó con la extensión de este horario continuo a todos los centros escolares.
El acto, que tuvo lugar en el centro cívico de Buenavista, reunió a antiguos compañeros, familias, y figuras como el exconsejero de Educación Ángel Felpeto y Daniel Morcillo, concejal de Educación y Servicios Educativos de Toledo. Durante el evento, se entregó una placa conmemorativa a Bermúdez, destacándolo como “símbolo de la consecución de la jornada continuada en la ciudad de Toledo”.
El conflicto en torno a la jornada continua comenzó hace casi tres décadas pese a que el colegio público ‘Fábrica de Armas’, dirigido en los noventa por Bermúdez, llevaba desde los años cincuenta aplicando este horario de manera excepcional debido a su cercanía a la fábrica homónima, permitiendo una mayor conciliación familiar, mucho antes de que el concepto de "conciliación" se popularizara.
La raíz del conflicto
En un momento en que la demanda de plazas en los comedores escolares masificó los de los centros educativos de la zona de Buenavista, el Ministerio de Educación propuso aplicar la jornada continua en varios colegios del barrio a cambio de que se doblaran los turnos del comedor y que los profesores del centro se hicieran cargos de los escolares. Esto benefició a varios centros, como el Alfonso VI y el Garcilaso de la Vega, y en poco tiempo la jornada continua comenzó a ganar apoyo entre las familias y el profesorado, que percibían en ella una mejora en la gestión de los recursos y en el bienestar de los estudiantes.
Sin embargo, la extensión de la jornada continua generó divisiones en la comunidad educativa. Al no aplicarse en todos los colegios de Toledo, maestros de otros centros y algunos representantes comenzaron a exigir igualdad en las condiciones horarias para todos.
"Mártir de la jornada continua"
Para sofocar la situación, el Ministerio revirtió su decisión y eliminó la jornada continua en todos los colegios, incluida la ‘Fábrica de Armas’, lo que provocó una oleada de protestas. Bermúdez se puso del lado de las familias, defendiendo su derecho a mantener esta modalidad horaria que ya era parte de su vida cotidiana. Como resultado, fue suspendido de empleo y sueldo durante tres meses, convirtiéndose en un mártir para la comunidad educativa.
La tensión aumentó hasta tal punto que cada semana padres y maestros organizaban caceroladas frente a la delegación provincial hasta que consiguieron que Bermúdez fuera restituido como director. Con la victoria del Partido Popular en las elecciones generales, y tras la intervención del nuevo delegado provincial de Educación, Amador Domingo, se decidió que las familias votasen para determinar el horario escolar en sus colegios. Y
En septiembre de 1996, la jornada continua se aprobó en una votación histórica en la que la mayoría de los colegios de Toledo, con un 80% o más de apoyo en algunos casos, optaron por este horario, consolidando la jornada continua en la ciudad. El único centro donde no salió el sí a la jornada continuada fue el colegio de Educación Especial del Polígono, que con el paso del tiempo terminó por adoptarla.
La reconciliación
Para acabar con las rencillas surgidas dentro de la comunidad educativa ese mismo mes se celebró una fiesta y un acto de reconciliación en el Paseo de Recaredo, una señal de que el conflicto había quedado atrás. Un año después, coincidiendo con la apertura del curso 97-98, la jornada continua se aplicó de forma generalizada en los colegios de Toledo
Como recordaron sus antiguos compañeros, Bermúdez no solo luchó por la jornada continua, sino que defendió los derechos de las familias y del alumnado, dejando una huella imborrable en la educación toledana.
Su homenaje llega además en un momento en el que la Comunidad de Madrid ha anunciado que todos los nuevos centros públicos de Educación Infantil y Primaria que se construyan en esta región tendrán jornada partida de manera obligatoria.
Esta medida, que se pondrá en marcha a partir del curso 2025/26, forma parte de una serie de iniciativas orientadas a extender la jornada escolar con horario de mañana y tarde en estas etapas formativas.