Castilla-La Mancha registró durante el año 2023 un saldo migratorio positivo de 25.552 personas, tal y como ha reflejado la Estadística de Migraciones y Cambios de Residencia (EMCR) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según el informe un total de 22.863 de las personas que llegaron a la comunidad durante ese año procedían de otros países, mientras que 2.689 llegaron desde otras comunidades autónomas españolas.
Unas cifras que sitúan a Castilla-La Mancha entre las regiones con mejores datos en cuanto a los saldos migratorios internos, tan solo por detrás de la Comunidad Valenciana (10.827) y el Principado de Asturias (2.814).
Ley de Despoblación
Uno de los factores clave en Castilla-La Mancha es la Ley de Medidas contra la Despoblación que se aprobó en 2021, una norma que se ha afianzado como un referente internacional en la lucha para revertir la pérdida demográfica en zonas rurales. De esta forma, del saldo de 25.552 personas que llegaron a la comunidad en 2023, un 15,9 % se trasladó a zonas de extrema e intensa despoblación.
En concreto, desde 2021, Castilla-La Mancha ha acumulado un saldo migratorio positivo de 68.046 personas, de las que 15.423 se han mudado a zonas en riesgo de despoblación, un 22,7 % del total.
Por su parte, el presidente regional, Emiliano García-Page, ha celebrado los datos que ha arrojado el informa a través de sus redes sociales, destacando que Castilla-La Mancha se sitúa "en los primeros puestos".
Datos nacionales
A nivel nacional, el saldo migratorio con el exterior en 2023 fue de 642.296 personas, el segundo más positivo de la última década. Del total de inmigrantes procedentes del extranjero, 1.098.028 tenían nacionalidad extranjera y 152.963 eran españoles. En cuanto a la emigración, 481.794 salidas fueron protagonizadas por extranjeros y 126.901 por españoles.
Las principales nacionalidades de los inmigrantes extranjeros fueron la colombiana, con 170.722 llegadas a España; la marroquí, con 123.468; y la venezolana, con 88.361.