La Quinta de los Rosales echó el cierre el pasado mes de noviembre y el ex gran hermano ha perdido un buen pellizco: Kiko Hernández cobraba 700 euros por oficiar una boda y llegó a tener hasta ocho en un mismo fin de semana.

Kiko Hernández repartía felicidad los fines de semana, o al menos la bendecía. Cuando salía del plató de Sálvame, el tertuliano se ponía el traje de chaqueta y se iba a La Quinta de los Rosales, una finca situada en Yunclillos (Toledo) para unir civilmente a las parejas que contrataban sus servicios, según informa este martes Informalia. Al parecer cobraba 700 euros por cada boda y en temporada alta (de abril a octubre), podía unir de cuatro a ocho parejas cada fin de semana, es decir, sacarse de 2.800 a 5.600 euros por unas pocas horas del fin de semana (de 12.000 a 20.000 euros mensuales). A esto hay que sumarle una remuneración fija por ser, además, director de comunicación de la finca.

La empresa que gestionaba el negocio, Cortijo Los Rosales, S.L, fue constituida en 2011 y cesó su actividad el pasado mes de noviembre, dejando a muchas parejas que ya habían contratado sus servicios en la estacada. Al parecer, arrastraban serios problemas con Hacienda desde hacía varios años e incluso fueron sorprendidos por una Inspección de Trabajo en la que se detectaron hasta diez trabajadores en situación irregular. La empresa fue sancionada con una multa de 50.000 euros por este motivo y más 60.000 euros por otra serie de infracciones, como agresión al subinspector que llevaba a cabo el registro, que se vio obligado a solicitar protección a la Guardia Civil, tal y como se explica en la demanda a la que ha tenido acceso Informalia.