La felicidad de Chelo García Cortés (67) tiene nombre y apellidos: Marta Roca Carbonell (60). Ella es quien le aporta la estabilidad, la comprensión y el amor que la tertuliana necesita cuando se apagan los focos del plató de Sálvame y regresa a su coqueto chalet de Castelldefels, donde residen juntas desde hace décadas.

Chelo y Marta, que contrajeron matrimonio en agosto de 2005, llevan una vida tranquila y discreta en la localidad barcelonesa. Allí quedan con sus amigos y permanecen ajenas a todo tipo de fiestas y saraos. Solo se separan cuando la periodista viaja a Madrid para cumplir con sus compromisos laborales en el programa de Telecinco.

Una de las rutinas preferidas de ambas es dar largos paseos por la playa con su mascota, una chihuahua llamada Maggy. Precisamente, una de estas caminatas ha sido captada por la revista Diez Minutos. En las imágenes, Marta y Chelo se prodigan en besos y abrazos mientras disfrutan de un agradable rato frente al mar. Las enamoradas también acuden al club náutico de Castelldefels y comen en un centro comercial cercano.

Las sonrisas de la contertulia y su pareja esconden el reto al que se enfrentarán en unas semanas, cuando Chelo se marcha a Honduras para participar en Supervivientes. Ambas se enfrentarán a la distancia y tendrán que estar unas semanas separadas. Es probable que Marta sea quien defienda a su mujer en plató, algo que a Chelo le encantaría.