La modelo y actriz asturiana Blanca Romero ha vuelto a hacer gala de su naturalidad con una respuesta que le ha convertido en noticia nacional este jueves. Tal y como han recogido numerosos medios de comunicación, la asturiana y su hija, la también maniquí Lucía Rivera, han ejercido como embajadoras de una cadena de centros de estética y belleza en Madrid.

Romero, de 43 años y ex del torero Cayetano Rivera, confesó que a su edad empieza a valorar la posibilidad de someterse a operaciones estéticas. En ese contexto, no dudó en llevarse las manos a los pechos y decir: “Me compraría unas tetas nuevas”. Pero aclaró: “No para ponerme más, pero las volvería a subir un poco”.

Pero, tal y como informa La Razón, Blanca Romero confesó que había otra operación que le tentaba. "Me cerraría un poco el chichi. Pero lo dejaría tal cual, no le cambiaría la cara porque es muy mono”, dijo. Después explicó quesu hijo Martín, que ahora tiene 7 años, “nació muy grande” y provocó que la modelo padezca problemas en el suelo pélvico que, por ejemplo, le impiden hacer ejercicios como estiramientos.