El presentador de Sálvame, Jorge Javier Vázquez (50 años), ha aprovechado una de sus últimas entradas en su blog personal de la revista Lecturas para hacer repaso a sus últimas aventuras amorosas. O mejor dicho, 'tonteos', puesto que en ninguna de ellas consiguió pasar de una primera fase de acercamiento. Unos pequeños fracasos que él mismo se ha encargado de explicar para mostrar las razones por las que le está costando volver a emparejarse. En sus propias palabras, "mi vida se está convirtiendo en un First Dates perenne".
Jorge Javier empieza narrando por qué se rompió su 'tonteo' con un joven de 26 años. Indica que le conoció a través de una aplicación, Grindr, y cuando quedaron se dieron cuenta en la primera cita de que tenían muchas cosas en común. "Era casi la perfección hecha carne", llega a decir de un hombre con el que dos días después quedó para cenar. Sin embargo, en su tercer encuentro, todo se torció: "Nada más entrar me dijo acongojado que muchas personas estaban haciéndome fotos".
A partir de entonces, el presentador reconoce que llegó la frialdad y que pasó de enviarle varios mensajes al día "a desaparecer". Jorge Javier asegura que "a los pocos días me envió un mensaje diciéndome queél era un chico muy sencillo y discreto y quea mi lado había sentido miedo e inseguridad en varias ocasiones".
Otras relaciones truncadas
Ésta no ha sido la única relación que se le ha truncado a Jorge Javier utilizando estas aplicaciones para ligar. En otra de ellas, con un hombre de 31 años, indica que tras la cena, que marchó por buen camino, acabó recibiendo un mensaje en el que su acompañante le decía que "no era su prototipo". La razón, le gustaban los chicos altos y fuertes. Aunque mantienen la cita, las cosas no marchan y el presentador de Sálvame recibe una de las frases más lapidarias que pueden decirse en pleno 'tonteo': "Me contesta que yo valgo mucho, frase que me suena a premio de consolación, a pedrea de la lotería de Navidad".
Si a la tercera va la vencida, nada más lejos de la realidad. Jorge Javier lo volvió a intentar con otro chico de algo más de treinta años. Sin embargo, las calabazas llegaron antes de tiempo, puesto que a pesar de quedar con él a la finalización de su programa, el pretendiente le escribió para anular la quedada porque "se había acojonado".