Ana Obregón se convirtió, por su entereza, su profesionalidad y su elegancia, en la gran protagonista de las Campanadas de Nochevieja. Espectacular con un impresionante vestido blanco con un broche en la cintura, su modelo fue el más alabado la última noche del año, con el que la presentadora brilló más que nunca. El trabajo del toledano Alejandro de Miguel, diseñador del alabado vestido, fue impresionante y precioso.
Ahora Alejandro de Miguel confiesa que "estoy muy contento. He hecho mi trabajo y ha sido un éxito". Gran amigo de Ana, además de su modisto de referencia, el castellano-manchego desvela que "la vi radiante. No sólo el vestido, sino el mensaje tan emotivo que dio en las Campanadas. Estaba orgulloso de Ana y del papel que hizo tan bonito".
El diseñador, que confiesa que el comentado broche que el espectacular vestido llevaba en la cintura fue "una inspiración que tuve de abrazarla por la cintura", revela que no tuvo claro desde el principio el modelo. "Fue evolucionando con el tiempo, aunque Ana tenía claro que lo quería blanco", y desvela que la bióloga "participó" del diseño y "ese es el resultado, con el que ella está contenta y yo también".