El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este miércoles, en materia de agua, que es partidario de llegar a acuerdos con la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana "para que la transición se produzca de manera acolchada".
En Albacete, donde ha asistido al acto de presentación de la 'Estrategia Agenda 2030' de Castilla-La Mancha junto a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, el presidente castellanomanchego ha vuelto a asegurar que "no hay que sacar los pies del tiesto" y ha admitido que puede entender que en el Levante estén "soliviantados". "Son muchos años acostumbrados a un recurso muy escaso", ha enfatizado.
Evitar dolores de cabeza
Cree que al Levante "le va a interesar más trabajar en las alternativas que intentar encontrar agua donde no la hay", al tiempo que ha señalado que "si queremos ser coherentes" hay que aplicar una nueva forma de convivir con los recursos y "esto tiene una transición y seguramente muchos dolores de cabeza", ha reconocido.
Así, ha recordado que durante los dos años que ha estado parado el trasvase por obras, defectos o problemas no ha habido problemas en el Levante, por eso --ha sostenido-- "no hay que sacar los pies del tiesto ni rasgarse las vestiduras".
"Aquí ha habido más de dos años que se ha bebido y se ha regado con el agua de las desaladoras, que una parte de la sociedad española rechazó y que hoy están viniendo como mano de santo", ha subrayado.