El director del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, Carlos Ruiz de la Hermosa, ha dado como extinguido el hábitat de la masiega (Cladium mariscus), la especie vegetal mas representativa de las tablas fluviales que se desarrolla en suelos turbosos, capaz de soportar la desecación temporal que sufre el humedal en los meses de verano, pero no así los periodos largos de sequía.
Ruiz de la Hermosa así lo ha asegurado durante la celebración de las XVII Jornadas de Investigación de La Red de Parques Nacionales 2023 que, coincidiendo con el 50 aniversario de la declaración de Las Tablas de Daimiel como parque nacional, se celebran en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, donde se presentan los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en este espacio protegido en los últimos años.
"Desde Parques Nacionales damos la masiega por extinguida como hábitat este verano. Las últimas matas prácticamente han desaparecido y no quedan más allá de algunos ejemplares aislados que estamos intentando restaurar en el itinerario de la Isla del Pan", ha dicho.
Parques Nacionales da así por perdido el hábitat, es decir, el espacio que presentaba una condiciones y componentes adecuados para que esta especie pudiera sobrevivir y reproducirse, y así perpetuarse a través del tiempo.
La situación de sequía que sufre el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel en las últimas décadas ha tenido una importante repercusión en esta planta, que ha permanecido en una situación de estrés hídrico que ha comprometido su viabilidad.
Adiós al mayor masegar de España
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel acogía hasta ahora el mayor masegar de España, un hábitat que la UE considera prioritario conservar.
Santos Cirujano, investigador jubilado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que durante años ha investigado en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, ha explicado durante la conferencia que ha ofrecido en estas jornadas, que Las Tablas han pasado de ser un ecosistema acuático -que han pasado por una fase de ecosistema semiacuático y otra a un ecosistema acuático terrestre- para ir camino de ser un ecosistema terrestre.
Santos Cirujano ha recordado que la masiega ha sido considerada como uno de los mejores indicadores de la calidad de este humedad, que en el año 1956 contaba con unas 1.078 hectáreas ocupadas por esta planta.
Con el paso de los años, el hábitat del masegar ha ido sufriendo procesos de desfragmentación, que ha provocado la disminución de la superficie colonizada hasta en 2021 llegar a ocupar unas 8 hectáreas, que finalmente han terminado también por desaparecer en 2023.