El 56,3 % de los castellano-manchegos cree necesario salir de la zona de confort y cambiar los hábitos de vida para combatir el cambio climático. Sin embargo, a la hora de tomar acción, los ciudadanos no se muestran muy dispuestos a cambiar sus hábitos para reducir la huella medioambiental. De hecho, la disposición más amplia se refiere al ámbito del reciclaje (48,4 %).
Estas son algunas de las principales conclusiones del primer estudio de la Fundación AXA de percepción ciudadada sobre el cambio climático en España, elaborado en colaboración con Sigma Dos. Según la encuesta regional realizada a la población de Castilla-La Mancha, el cambio climático es un desafío global en el que creen el 80 % de las personas encuestadas, mientras que la cuota de negacionistas supera el 12,2 %. Esta preocupación se extiende especialmente, entre las mujeres y los menores de 30 años.
Asimismo, cerca del 85 % de los castellano-manchegos considera que esta problemática se ha agravado en los últimos años, por encima de la media nacional. Esta percepción de agravamiento del cambio climático se mantiene entorno al 80 % tanto entre hombres y mujeres y en gran parte de las edades, si bien se acentúa entre los mayores de 65 años (92,4 %).
De hecho, para los castellano-manchegos, el cambio climático es el problema más preocupante al que se enfrenta la humanidad (22,9 % de los encuestados lo sitúan en primer lugar), seguido de las pandemias y enfermedades contagiosas (18,2 %), los riesgos en los recursos naturales y en la biodiversidad (17 %) y los confictos armados y el terrorismo (16,5 %).
Efectos en la salud
Para siete de cada diez encuestados (71,9 %), el origen de la crisis climática se encuentra en la acción humana. En concreto, los encuestados consideran que la deforestación (54 %), las actividades industriales como la quema de combustibles, fósiles y generación de residuos (48,7 %) y el consumo de energía basada en combustibles fósiles (40 %) son las acciones que más repercusión tienen sobre el cambio climático.
Respecto a los efectos del cambio climático en nuestro planeta, para los castellano-manchegos la principal consecuencia será el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos como huracanes y olas de calor, seguido de la aceleración del derretimiento de los polos, con el consecuente aumento del nivel del mar, y la disminución de la biodiversidad o recursos básicos.
No obstante, la crisis climática también tiene un impacto en la vida de las personas. Para más del 80 % castellano-manchegos, la salud, como enfermedades respiratorias y derivadas de olas de calor o situaciones climáticas externas, y la alimentación (70 %) son los ámbitos de la vida personal en los que más puede incidir la crisis climática.
A pesar de la alta concienciación sobre la situación climática, el nivel de conocimiento de los castellano-manchegos se sitúa en el 55 %, por debajo de la media nacional. Solo un 22,3 % califica su conocimiento de alto o muy alto y se corresponde directamente con personas con un mayor nivel de estudios, mayor nivel de ingresos, o la población manchega más joven.
Claves en la lucha
El 80 % de los castellano-manchegos espera que organismos internacionales y la Unión Europea mantengan un papel activo en la lucha contra el cambio climático, mientras que el 78,2 % espera un compromiso similar del Gobierno de España y, en cuarto lugar, los medios de comunicación (73,2 %). Sin embargo, la percepción de los encuestados difiere de lo que esperan de las instituciones. Según las conclusiones del estudio, se percibe un bajo nivel de implicación de los distintos actores sociales, sobre todo entre las empresas privadas y los Gobiernos autonómicos y locales.
Sobre las medidas más adecuadas para combatir esta situación, el 87,2 % de la población aboga por un mayor aprovechamiento del agua a través del tratamiento de aguas residuales y la captación de lluvia. En segundo lugar, sitúan la promoción de la reforestación y el uso de biofertilizantes y, en tercer lugar, consideran incrementar la investigación y el desarrollo de la tecnología.
Sin embargo, ante la crisis climática, es fundamental realizar acciones cotidianas que se sumen a la causa. En una escala de 0 a 10, los manchegos sitúan en un nivel del 6,2 el grado en que sus acciones son suficientes para luchar contra el cambio climático. Entre las principales medidas que toman en su vida cotidiana destaca la reducción del desperdicio alimentario (87,4 %), seguido del reciclaje y la reutilización de productos de plástico, papel o vidrio, entre otros materiales (72,8 %) y el uso de medios de transporte sostenible. En general, las acciones de concienciación en la vida cotidiana están más extendidas entre las mujeres que entre los hombres.
Precio de los productos
Los hábitos de consumo de la población también se han adaptado a las nuevas condiciones de vida derivadas de la crisis climática. Así, los castellano-manchegos califican con un 6,4 la importancia que tienen los criterios ambientales a la hora de tomar una decisión de compra, ya sea de un vehículo, alimentación, ropa o decisiones de ahorro e inversión. Esta importancia varía según la edad: mientras los menores de 30 años lo califican con un 5,5, los adultos de entre 45 y 54 años le otorgan un 6,6.
Sin embargo, al 76,6 % de los encuestados les frena en cierta medida el precio de los productos más respetuosos con el medioambiente a la hora de ser más sostenibles, en línea con la media nacional (78,8 %). Esta percepción es compartida entre los mayores de 30 años, mientras que a los encuestados más jóvenes no les repecurte tanto el coste económico de los productos más respetuosos con el medioambiente.
Por último, atendiendo a los fenómenos meteorológicos como principal consecuencia del cambio climático, se consulta sobre la preparación de los hogares ante este tipo de riesgos causados por la crisis climática.Solo el 55,8 % sabría cómo proteger su hogar frente a estas situaciones y dispone de un seguro para ello, mientras que el 26,2 % no cuenta con protección en su hogar por falta de recursos u otros motivos y un 18,1 % que directamente no sabría qué hacer ante esta coyuntura. Este desconocimiento sobre las medidas de protección del hogar ante incidencias climáticas es notablemente superior entre los adultos mayores de 65 años.
El estudio se ha realizado junto a Sigma Dos y se han llevado a cabo más de 5.000 entrevistas online a población mayor de edad en todo el territorio español, 420 residentes en Castilla-La Mancha, del 1 al 17 de febrero de 2023, con un nivel de confianza del 95,5 % y un error de muestreo absoluto del 4,7 %.