La organización Ecologistas en Acción de la Manchuela I ha denunciado el incumplimiento de los caudales ecológicos del río Ojos de Moya que, según indican, pone en peligro el ecosistema fluvial y la zona de especial conservación de las Hoces del Cabriel, Guadazaón y Ojos de Moya, en las provincias de Cuenca y Albacete.

Según indica la organización ambientalista, tras cotejar los datos de aforo del río Ojos de Moya en la estación del embalse de Contreras con los previstos en la planificación hidrológica 2022-27 de la Confederación Hidrológica del Júcar, han observado con alarma que lo estipulado y previsto en el mes de agosto en situación de sequía prolongada es de 0,28 metros cúbicos por segundo, tal como apuntan en un comunicado.

Sin embargo, señalan, tanto las tablas como las gráficas de caudal real en la estación de aforos de la cabecera del pantano durante la semana del 23 al 30, en ningún momento sobrepasa los 0,19 metros cúbicos por segundo, siendo habituales los descensos por debajo de los 0,14 metros cúbicos por segundo, observándose mínimos críticos de 0,09 metros cúbicos por segundo.

Posible "colapso"

"Es misión por tanto de la administración y de la Confederación velar por el cumplimiento del plan de gestión y por el buen estado del mismo. Debe garantizarse a toda costa el cumplimiento del caudal ecológico para evitar el colapso del sistema", apuntan desde Ecologistas.

"Además, estamos hablando también de una zona que pertenece a la Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel", añaden.

Riego de las choperas

Según los ecologistas, el problema puede deberse a la falta de control y a la inexistencia de caudalímetros en la detracción de aguas del río con la finalidad de regar por inundación las choperas plantadas en sus riberas.

Apuntan además su incomprensión ante la falta de medidas por parte de la Confederación siendo los datos públicos.

Plantean que el mantenimiento del caudal ecológico debe ser la prioridad máxima de la Confederación Hidrográfica del Júcar, ya que si el ecosistema colapsa las reacciones asociadas pondrían en peligro la biodiversidad y la zona completa.

Por ello afirman, "debe velarse por el cumplimiento de la ley y perseguir cualquier actividad ilícita que esté contribuyendo al problema o al agravamiento del mismo".