Los vecinos de la calle Alegría del toledano barrio de Azucaica han podido esbozar hoy por fin una sonrisa. En sus retinas todavía está fija la imagen del agua del arroyo Villagómez anegando sus casas y garajes tras la tromba de agua que cayó hace justo un año en la capital regional y que dejó precipitaciones de 100 litros por metro cuadrado en menos de 12 horas.

Sus hogares se encuentran dentro del cauce de este riachuelo, ahora sin agua, que ha causado importantes destrozos y daños materiales cada vez que llueve de forma intensa, como también ocurrió a finales de agosto de 2021.

Para minimizar los daños de futuras riadas en la medida de lo posible, el Ayuntamiento de Toledo, a través de las inversiones de Tagus, concesionaria del servicio de abastecimiento de agua y alcantarillado de la capital regional, ha iniciado las obras de construcción de un sistema de retención de los arrastres de tierra que vienen de aguas arriba cuando llueve con fuerza, fundamentalmente del municipio vecino de Olías del Rey.

Las obras, que acaban de comenzar, se realizarán en dos fases. Javier Longobardo

La actuación evitará que colapsen las conducciones y el colector actual que es de canalización parcial y, por tanto, que todo el caudal del arroyo desborde el cauce y entre en el barrio de Azucaica arrastrando todo lo que llegue a su paso.

En la primera fase, en la que se invertirán 485.973 euros, se va a construir un gran arenero, en parte cubierto mediante un forjado. La actuación permitirá que la tierra, las ramas y el resto de sólidos que arrastre la fuerza del agua puedan quedar sedimentados.

Además, tal y como explicó José María Moreno, ingeniero director de las obras, antes de este gran depósito se va a encauzar el arroyo mediante la construcción de un canal de gaviones una vez pasada la CM-4001. Los trabajos, se prolongarán entre 6 y 8 meses, también incluyen nuevas plantaciones y reposiciones de árboles.

El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha visitado las obras un año después de la última DANA que arrasó Azucaica. Javier Longobardo

"Queremos ser útiles a los ciudadanos y dejar una huella positiva en la ciudad", aseguraba el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez. Una impronta que en el caso de Azucaica será, según sus palabras, que "sus vecinos dejen de tener miedo cada vez que se anuncien precipitaciones y dejen de revivir experiencias como las del año pasado, que fueron ciertamente dramáticas".

"Evidentemente, queda mucho por hacer, pero esto es un acto muy importante que pone de manifiesto la voluntad de hacer justicia con el barrio Azucaica y evitar que los daños tan importantes generados por las intensas lluvias pues vuelvan a suceder", subrayó Velázquez, que estuvo acompañado durante su visita a este barrio periférico de la ciudad por la concejala de Obras, Loreto Molina, así como de los titulares de las concejalías de Río Tajo, Rubén Lozano; Urbanismo, Florentino Delgado; Hacienda, Juan José Alcalde y Movilidad, Iñaki Jiménez.

Desvío de cauce en una segunda fase

En una segunda fase, que el regidor toledano espera que pueda quedar concluida antes del fin de la legislatura, se abordará el desvío del cauce del arroyo de Villagómez. Se trata de una actuación compleja puesto que por la zona atraviesa una vía pecuaria y porque la actuación choca con la normativa europea, que tiende a la renaturalización de los cauces.

"Si hay algo que no es naturalizar un cauce es encauzarlo por otra zona. Pero es la única solución que en estos momentos hay en el barrio de Azucaica. Así que nosotros, desde el Ayuntamiento, vamos a pelear y vamos a trabajar para que se nos autorice poder canalizar el arroyo fuera de lo que es el barrio, para evitar los daños a las personas y a los bienes", aseguró el alcalde.

Asimismo, lamentó que en 2021 la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la anterior alcaldesa, Milagros Tolón, visitaran el barrio para hacerse fotos tras una riada y anunciaran obras millonarias de las que cuatro años después no se sabe nada.

"Lo único que hubo, por desgracia, fueron promesas. Pero no hubo ni siquiera un solo proyecto. No hubo una memoria técnica, es decir, no hubo nada. Así que hemos empezado de cero a trabajarlo con los técnicos", aseguraba Velázquez que también quiso agradecer la labor de Tagus, representado en el acto por su gerente, Eduardo Galán.