El ayuno intermitente, que consiste en restringir diariamente la ingesta de alimentos durante un período de tiempo de entre seis y diez horas, resulta efectivo para reducir la inflamación, el proceso que se encuentra detrás de enfermedades como la diabetes tipo 2, la artritis reumatoide, la obesidad e incluso la depresión.
Así lo constata el primer metanálisis realizado sobre la materia, que ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Este nuevo hallazgo radica en que por primera vez se han sintetizado y agrupado los efectos de estudios previos para concluir que la alimentación en tiempo restringido reduce marcadores asociados con la inflamación y, por tanto, podría ser beneficioso para el abordaje de diferentes enfermedades crónicas, como las anteriormente mencionadas.
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El estudio, liderado por el profesor Rubén Fernández Rodríguez, ha recuperado un total de 25 trabajos previos no duplicados con aproximadamente un millar de participantes.
Disminuye biomarcadores inflamatorios
"Las modalidades de restricción de la ventana de ingesta han demostrado beneficios comparables y algunas veces superiores a la restricción calórica continua para la pérdida de peso y la mejora cardiometabólica. Sin embargo, hasta la fecha no se había determinado su efectividad en la inflamación", ha explicado el investigador.
Según ha indicado, este descubrimiento "sugiere que la restricción de la ventana de ingestas disminuye biomarcadores inflamatorios como el factor de necrosis tumoral, mostrando también una disminución en una adipoquina clave como la leptina".
Notables beneficios
Existen varias modalidades de ayuno intermitente, aunque el más sencillo y frecuente es el que restringe el consumo de alimentos a un período que generalmente oscila entre las seis y las diez horas.
En los últimos años, han proliferado los estudios que atribuyen notables beneficios para la salud a esta estrategia dietética con experimentos realizados en humanos y animales, y entre los que se encuentran un aumento de la longevidad o la protección contra la diabetes, diferentes tipos de cáncer, enfermedades de corazón o neurodegenerativas.
En humanos, principalmente mejora la salud cardiometabólica y se ha constatado que ayuda a reducir la obesidad, la hipertensión, el asma, la artritis reumatoide y, según este último estudio, también la inflamación.
Este nuevo hallazgo ha sido publicado por la revista American Journal Of Clinical Nutrition y ha sido posible con la colaboración del también profesor de la UCLM Vicente Martínez Vizcaíno y de cuatro investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia) y el Instituto de Investigación Médica y de Salud de Australia Meridional.