El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, gestionado por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha puesto en marcha junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y la Federación Nacional ASPAY su campaña anual de concienciación para evitar lesiones medulares a consecuencia de las malas zambullidas en piscinas, pantanos o cualquier otro entorno acuático.
En una nota de prensa, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha informado de que un joven de 15 años ha sido la primera víctima con lesión medular que ha ingresado este año en el Hospital Nacional de Parapléjicos como consecuencia de una mala zambullida. El accidente se produjo en un pantano con resultado de tetraplejia por una lesión a nivel cervical.
La campaña, cuyo eslogan este año es 'Con cabeza SÍ, de cabeza NO', tendrá especial protagonismo en redes sociales con los hashtag #Zambullidas2022 y #ConcabezaSí #DecabezaNo, además de mensajes que recuerden a los bañistas la importancia de la observación y la prudencia para evitar una lesión medular como consecuencia de una inadecuada zambullida.
Según datos facilitados por el director médico del Hospital Nacional de Parapléjicos, Juan Carlos Adau, en los últimos cinco años han ingresado en el centro con lesión medular como consecuencia de una zambullida 28 personas -25 hombres y 3 mujeres-, cuyas edades van de los 15 a los 51 años. De estos casos, 14 tuvieron como escenario una piscina, nueve en el mar y los cinco restantes en pantanos y otros entornos acuáticos.
"Salvo dos casos, todos los ingresados tuvieron el resultado de tetraplejia, una lesión medular muy discapacitante que condiciona la calidad de vida de quienes la sufren y que pudieron haberse evitado sencillamente con una actitud de prudencia y evitando ese salto", ha recordado el director médico.
Cómo evitar accidentes
El jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos y portavoz de la SERMEF, el doctor Ángel Gil Agudo, ha insistido en que "hay que tirarse al agua con precaución". "Para prevenir estas lesiones hay que seguir dos sencillas pautas: conocer la profundidad de la superficie acuática y evitar tirarse de cabeza", ha añadido.
"Las lesiones medulares por zambullidas imprudentes cambian la vida de las personas de forma repentina y dramática, y son muy evitables", ha asegurado.
En este contexto, el portavoz de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física ha hecho hincapié en que "hay que conocer la profundidad del fondo". "En ríos, lagos o incluso en el mar, cuando el agua está turbia y no se ve el fondo, puede haber una rama o una roca oculta. Además, se ha de tener en cuenta que las olas y las corrientes pueden cambiar la distancia al fondo, aunque nos bañemos dos días consecutivos. En las piscinas también hay que tener precaución", ha indicado.
Por otro lado, Ángel Gil ha afirmado que "hay que evitar tirarse de cabeza al agua. Y si se hace, siempre hay que hacerlo con las manos por delante y la cabeza entre los brazos extendidos en prolongación del cuerpo, de manera que si se produce un impacto contra el suelo o una roca no sea contra la cabeza y/o el cuello. También es importante no lanzarse al agua de cabeza desde demasiada altura".
El tipo de lesión medular común como consecuencia de una mala zambullida se produce a nivel cervical, lo que genera una tetraplejia. "Si la lesión es completa supone, desde el punto en que se produce la lesión, la interrupción de mensajes de ida y vuelta del cerebro al resto del cuerpo a través de la médula espinal, lo que se traduce en falta de movilidad y de sensibilidad, pérdida de funciones, como el control de los intestinos o de la vejiga, espasmos o cambios en la función sexual, entre otros", ha explicado el director médico del centro.
Qué hacer en caso de accidente
Los profesionales insisten en que lo primero que hay que hacer cuando ocurre un accidente es sacar a la persona a tierra y ponerle en una superficie rígida. Es importante mover el cuerpo en bloque para que no se produzcan lesiones a nivel del cuello y no mover la columna. Comprobar que puede respirar y, si no puede, liberar su vía aérea.
Además, recuerdan que no hay que trasladarle a un centro sanitario en un vehículo particular. Es mejor llamar a los servicios de emergencia. A veces, si el traslado no se realiza en las condiciones adecuadas, las lesiones que son incompletas pueden acabar por hacerse completas.