El 22 % de la población de Castilla-La Mancha tiene obesidad, según datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), que también señala que el 38,9 % tiene exceso de peso, suponiendo la tasa más elevada de España.
Las comunidades autónomas con las tasas de obesidad más altas son Andalucía y Galicia (el 26,7 %), mientras que Baleares es la que las tiene más bajas (11,7 %), y, a nivel nacional, el 53,6 % de los españoles tiene exceso de peso. Sin embargo, existe una intervención clave.
Se trata de la cirugía bariátrica, la única opción en la actualidad que trata de manera eficaz la obesidad mórbida en personas para quienes medidas más conservadoras como la dieta, el ejercicio y el medicamento han fracasado.
En el Centro Médico Enova, ubicado en Toledo, las personas que quieren perder peso a través de la cirugía, son previamente “calificadas” por un equipo multidisciplinar de médicos -psiquiatras, digestivos, endocrinos y cirujanos- para garantizar el éxito y la eficacia de la intervención.
El doctor Francisco Pérez Roldán, especialista en aparato digestivo, que forma parte de la Unidad de Obesidad en este centro, nos da todos los detalles sobre cómo preparar este tipo de intervención, los riesgos y lo que se puede esperar.
PREGUNTA. Dr. Francisco, ¿usted de qué se encarga exactamente cuando una persona llega y dice que se quiere operarse?
RESPUESTA. Cuando un paciente acude a la consulta para obtener información sobre la cirugía bariátrica, va a depender mucho del grado de obesidad que tenga. No obstante, si se trata de una obesidad importante, como es la obesidad mórbida, evidentemente, ya al paciente hay que dirigirlo hacia una cirugía.
En este sentido, lo primero que hacemos es valorarlo por un equipo multidisciplinar formado por endocrinología, psiquiatría y cirugía. Hay que explicarle la importancia de tener un apoyo psicológico/psiquiátrico, para que la dependencia al consumo excesivo de comida se pueda regular. Si no controlamos bien la actitud del paciente, todo lo que venga después será irregular.
En segundo lugar, comprobamos si el paciente tiene algún tipo de enfermedad digestiva, a parte del historial clínico, se le hará una endoscopia que, en este ámbito, se llama gastroscopia (se hace bajo sedación), con el objetivo de ver si hay algún tipo de patología.
P. ¿Qué es lo más habitual encontrar con esta prueba?
R. En ocasiones ocurre que pacientes con obesidades importantes suelen tener reflujo y, es necesario valorar si hay hernia de hiato o no. También si existe la presencia o no de bacterias como el Helicobacter pylori u otras enfermedades asociadas como úlceras gástricas o úlceras duodenales. Excepcionalmente puede haber otras enfermedades tumorales o algún cáncer, pero no es lo habitual.
P. ¿Qué conseguimos con una endoscopia?
R. A través de la endoscopia vemos si el paciente está sano. Para ello, tomamos una biopsia de los tejidos para descartar el Helicobacter Pylori y valoramos la presencia de hernias de hiato, frecuentes en este tipo de pacientes por la cantidad de grasa que tienen dentro del abdomen.
P. ¿Se descartaría a un paciente si le encuentran cualquier tipo de las enfermedades que comenta?
R. No, la única enfermedad excluyente es si un paciente tuviese cáncer de estómago, pero es excepcional y poco frecuente por la edad que tienen las personas cuando se someten a una cirugía bariátrica.
R. ¿Qué papel tiene la Unidad del Aparato Digestivo dentro del programa de cirugía bariátrica en Enova?
R. Primero, ver si existe algún un tipo de patología o si hay presencia de Helicobacter Pylori, si se confirma la bacteria, tratamos al paciente para eliminarla. Cualquier situación de estrés con presencia de esta bacteria puede favorecer a que haya hemorragia o cualquier complicación posquirúrgica, a pesar de que todo haya salido bien.
También si nos encontramos con reflujo, se aprovecharía la cirugía para corregir la hernia de hiato y que no aparezca el reflujo.
Analizar todas estas patologías, además de estudiar la anatomía del estómago (en ocasiones existen deformidades anatómicas), son nuestras funciones dentro del programa de cirugía bariátrica en Toledo.
P. ¿Qué perfil/patrón tienen los pacientes que acuden a consulta
R. A nuestra consulta generalmente acuden más mujeres y, sí, es verdad que influye mucho la estética, pero también es verdad que en pleno Siglo XXI la obesidad no deja de ser una epidemia. Esto hace que mucha más gente comience a concienciarse del problema, ya que aparecen problemas óseos, hipertensión, diabetes… y, claro, todos esos problemas mejoran mucho con la cirugía. A día de hoy, a pesar de que la edad para operarse de cirugía bariátrica está subiendo, lo ideal es hacerlo a una edad más temprana, porque los beneficios a largo plazo van a ser mayores.
P. ¿Se puede hablar de una edad ideal o de un paciente ideal de cirugía bariátrica
R. Evidentemente, la edad ideal suele ser 50-55 años por una sencilla razón: las enfermedades crónicas van apareciendo. El cuerpo humano es resistente, pero tiene un límite. Todo lo que uno invierta, lo va a recoger posteriormente, tanto para bien como para mal.
P. ¿Cómo es esa reunión de todo el equipo multidisciplinar?
R. Una vez que el paciente ha sido examinado por los equipos multidisciplinares (psicólogo-psiquiatra, endocrino-nutricionista, digestivo y cirujano) ponemos en común todos los hallazgos. Nosotros tenemos por norma, siempre, antes de calificar a un paciente como “apto”, que la cirugía bariátrica le vaya a solucionar un problema real y esté indicado. No vale todo.
P. ¿Se ha dado el caso en ENOVA de una negativa por parte de alguno de los equipos multidisciplinares?
R. Sí, los valores psiquiátricos marcan la diferencia, si un paciente tiene un trastorno de conducta importante… Yo a mis pacientes les digo: “si queréis hacer trampas, os las cuento yo”. Por ejemplo, pacientes que nos dicen que quieren someterse a intervención porque tienen un evento para dentro de un año….
Las cosas no se hacen así, se hacen porque necesitan cambiar de vida. Nosotros entendemos que, para conseguir una pérdida de peso satisfactoria y duradera, los pacientes deben estar correctamente preparados. De no ser así, la intervención es posible que no tenga el efecto deseado o que puedan aparecer complicaciones.
P. ¿Qué efectos secundarios existen tras la cirugía? ¿Se dan casos de gente que vomita cuando ingiere comida
R. Sí, a veces se dan estos casos; el cuerpo se adapta a todo, pero requiere un periodo de adaptación.
P. ¿Balón intragástrico como alternativa a la cirugía bariátrica?
R. En pacientes bien seleccionados por psiquiatría, existen otros casos en los que se lleva a cabo la colocación de un balón intragástrico mediante endoscopia, esto sucede en pacientes con obesidad leve o moderada, que no quieren hacerse una cirugía. Este mecanismo es temporal y dura entre 6 y 12 meses.
El balón intragástrico también se utiliza en pacientes con una obesidad muy importante, ya que sirve como puente a una cirugía para reducir 20 o 30 kilos, y pasar de que la intervención sea considerada de alto riesgo, a ser de riesgo alto, que no es lo mismo.