La presidenta de CSIF Sanidad Castilla-La Mancha, Sacramento Rodríguez, ha analizado, en conversación con EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM, la situación de la sanidad pública y el trabajo del sindicato ante las elecciones de este jueves, 16 de marzo.

Derechos congelados, peores condiciones laborales que en otros servicios de salud, profesionales cansados y hartos, pacientes que tienen que esperar más de quince días una cita y un sistema deficiente en la gestión, son algunos de los aspectos negativos que recoge la radiografía del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), a la que la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) quiere poner fin.

Rodríguez confía en el apoyo de los profesionales de ámbito sanitario en las próximas elecciones sindicales del 16 de marzo para obligar a nuestros responsables políticos a que cumplan sus promesas y poder poner fin de verdad a todos los recortes.

¿Cómo ve la situación actual de la sanidad pública en Castilla-La Mancha?

Es duro decirlo y más vivirlo desde dentro pero la cruda realidad es que la situación no es buena. Se mantiene gracias a los excelentes profesionales que tenemos. La pandemia ha dejado al descubierto todas las carencias de un sistema con problemas crónicos, con falta de profesionales en todas las categorías, con una Atención Primaria constantemente colapsada, con los hospitales saturados y las Urgencias desbordadas. Desgraciadamente, esta situación se mantiene en el tiempo; no es un problema que surge puntualmente cuando aumenta la frecuentación o cuando tenemos una especial incidencia por diferentes patologías o virus, es que llevamos muchos años de carencias que debilitan a nuestro servicio de salud, exponiendo una y otra vez a todos los profesionales, que junto a la ciudadanía son los principales afectados.

Se conocen los problemas, pero ¿cómo se pueden solventar?

Es una cuestión de compromiso y de gestión. Compromiso para considerar verdaderamente la sanidad como el pilar fundamental de los servicios públicos y gestión para destinar los recursos donde verdaderamente tienen que ir. Estamos hablando de mejorar los derechos de todos los profesionales del Sescam para evitar que se marchen a otros servicios de salud. Siempre estamos hablando de que faltan médicos, personal de enfermería, sanitarios y no sanitarios en todas las categorías… no hay porque se marchan a otras comunidades en busca de mejores condiciones laborales y donde se respeten sus derechos. Realmente hay que poner en valor su trabajo y apostar por un crecimiento verdadero y estructural de las plantillas de profesionales.

Cuando se refiere a derechos, ¿está hablando de la carrera profesional?

Sí, entre otros, pero es cierto que es un punto importante. Lleva paralizada desde 2012 y a pesar de todas las promesas realizadas, sigue así. Recuperar la carrera para todo el personal de ámbito sanitario es imprescindible e inaplazable. Asimismo, denunciamos que se arrastra una pérdida retributiva superior al 20 por ciento y también reclamamos que el personal laboral y estatutario de las administraciones sanitarias pueda acceder a la mencionada jubilación anticipada y voluntaria por coeficientes reductores. Esos son los tres grandes puntos, pero lo cierto es que hay mucho más.

¿Qué más derechos reclaman desde CSIF?

Luchamos por el aumento de la plantilla orgánica del Sescam creando plazas estructurales generales y por especialidades; vamos a lograr la correcta clasificación profesional de los técnicos auxiliares de cuidados de Enfermería (TCAE) y técnicos superiores sanitarios, según artículo 76 del Estatuto Básico del Empleado Público, así como la progresiva reclasificación de los grados sanitarios.

Estamos reclamando también la cotización del periodo de guardias para la Seguridad Social y cómputo anual de jornada; acabar con la discriminación que padecen los profesionales de ámbito sanitario en materia de conciliación frente a otros colectivos de la Administración regional; cobro de la productividad variable de los años 2020, 2021 y 2022; exención de guardias en Atención Especializada para mayores de 55 años en todas las categorías, incluyendo personal temporal; reconocimiento del solape como tiempo trabajado efectivo; cómputo de los días de libre disposición como jornada efectiva de trabajo; exigimos a la Administración el pago de la colegiación de los profesionales del Sescam y un concurso de traslados abierto y permanente, y resuelto en brevedad.

El Gobierno regional y el sindicato médico firmaron en febrero un acuerdo para solucionar los problemas de la Atención Primaria. Ustedes lo han criticado

Y con razón. Lo primero, es un acuerdo vacío de contenido que no soluciona los problemas de la Atención Primaria. Lo segundo, se ha fraguado sin negociación en los órganos de representación legítimos, excluyendo al resto de sindicatos y demostrando así una absoluta falta de democracia. Lo tercero, es que excluye al resto de profesionales de la primera línea asistencial. Lo cuarto, es que aquí hay una clara demagogia electoralista, se produce a muy poco tiempo de estas elecciones sindicales y trata, básicamente, de engañar a nuestros profesionales. Tenemos que recordar que también en las anteriores elecciones publicitaron un acuerdo para recuperar la carrera profesional, pero seguimos con este derecho congelado.  Lo decimos sin pelos en la lengua: es una falta de respeto a los profesionales, a los que les venden humo pensando en este 16 de marzo. Básicamente, es un decorado.

¿No se ha conseguido nada en estos últimos cuatro años?

Lo cierto es que lo que hemos logrado ha tenido que ser a golpe de sentencia. Es triste, pero el Sescam en lugar de defender a sus trabajadores tiene una postura cicatera. Para ellos, lo más importante es cuestión de dinero. Hemos conseguido relevantes sentencias en el reconocimiento del derecho de las embarazadas, siendo pioneros en la batalla contra la discriminación, con condenas incluso al Sescam por daños morales. Hemos llegado hasta el Supremo para lograr el complemento de atención continuada a las trabajadoras en los casos de incapacidad temporal y adaptaciones por riesgo derivados de embarazo, y también fuimos los primeros en conseguir el reconocimiento de enfermedad profesional por Covid-19. Estamos muy orgullosos de nuestros servicios jurídicos.

Y el resto de derechos logrados ha sido posible gracias a acuerdos con el Ministerio de Hacienda porque somos el único sindicato representativo junto a los denominados sindicatos de clase. Así, firmamos el II Acuerdo de Mejora de Empleo Público que supuso una subida salarial del 6,5 por ciento hasta 2020, la recuperación de la jornada laboral de 35 horas, el fin de las penalizaciones por incapacidad temporal y el aumento de la tasa de reposición al 120 por ciento, abriendo las puertas a las ofertas públicas de empleo. Es decir, todo lo logrado lo hemos conseguido en acuerdos nacionales que el Gobierno de Castilla-La Mancha se ha visto obligado a cumplir.

¿A qué se refiere con qué son representativos? ¿Por qué es importante?

Es un punto fundamental. CSIF está presente en la Mesa General de Función Pública a nivel estatal, órgano en el que se debaten las condiciones laborales y salariales de los empleados públicos de todas las administraciones. Somos el sindicato más representativo de los servicios públicos a nivel nacional y gracias a esta confianza que nos depositan los trabajadores nos situamos en una posición donde verdaderamente tenemos posibilidad de cambiar las cosas. Así, todas las mejoras en el Sescam, como he comentado, provienen de acuerdos nacionales y por las sentencias obtenidas. Entendemos que cada categoría, cada profesional, cada médico, cada personal de enfermería, Tcaes, personal de gestión, celadores y personal de cocina, entre otros, juega un papel relevante en ese gran engranaje que es la sanidad pública y, por ello, porque defendemos a todos los profesionales verdaderamente sin hacer distinción de colectivos, categorías, profesiones o sectores, tenemos representación a nivel nacional. Otros sindicatos, sectoriales y de categorías, nunca pueden alcanzar la representación suficiente. Son gremiales. Por lo tanto, no están presentes donde se deciden las cosas: no pueden vender mejoras.

¿Es esa representación lo que les diferencia de otros sindicatos?

Es una parte importante, pero todo tiene que ver con una filosofía sindical. En nuestras siglas llevamos muy a gala la “I” de independencia, lo que nos permite negociar sin ataduras gobierne quien gobierne. Nos movilizamos en defensa de los derechos de los empleados públicos. En Castilla-La Mancha hemos protagonizado manifestaciones bajo el lema ‘Los recortes. Cospedal los crea y Page los mantiene’ en abril, mayo y junio de 2022, y hemos llevado a cabo una masiva manifestación en Madrid el 24 de septiembre. Hemos salido a la calle en solitario en defensa de los servicios públicos a nivel nacional, regional y provincial y contra el empobrecimiento generalizado de la sociedad. Además de la independencia, que nos hace además denunciar las subvenciones públicas que reciben otros sindicatos, también somos profesionales y transparentes, y aplicamos un código ético donde no tienen cabida ni los imputados, ni los liberados ociosos, ni los cargos políticos, ni el derroche.

También han abanderado la lucha por la seguridad. ¿Tanto se ha degradado la seguridad en los centros?

Sí, se ha degradado y mucho. Están tan mal las cosas que reclamamos la presencia de personal de vigilancia en todos los centros de salud de la región. La Atención Primaria, junto a los servicios de Urgencias, es donde se producen mayoritariamente agresiones y amenazas a los profesionales. Es preciso atajarlo. Se ha producido un incremento a consecuencia del colapso que padece nuestra primera línea asistencial. Los pacientes y usuarios pagan la frustración con los trabajadores. En 2021 se registraron 560 incidentes, 41 más que en 2020. Seguimos esperando datos de 2022, pero hay que incidir en que son muchos los trabajadores que deciden no comunicar los episodios violentos y esto es muy peligroso porque corremos el riesgo de normalizar este tipo de situaciones. Sólo sabemos que hubo 16 agresiones físicas, 3 más que en 2021. Es muy sencillo y todo depende de si verdaderamente se quiere presupuestar personal de vigilancia en todos los centros.

Sobre este tema, recientemente el director general de Recursos Humanos del Sescam acusaba a CSIF de no condenar una agresión a una facultativa embarazada en Mora

Lo cierto es que nos sorprendió y para mal. Fuimos los que denunciamos públicamente que se había producido esta agresión, la condenamos y como es lógico pedimos al Sescam una mayor implicación, no están haciendo todo lo posible para poner fin a las agresiones. Y lo decimos muy claro, pueden hacer mucho más. Sin embargo, en lugar de hacer autocrítica, este alto cargo intenta desprestigiarnos por hacer público la realidad. Es muy grave y más teniendo en cuenta la cercanía con las elecciones sindicales, con lo que intuimos cuál es su verdadera intención.

¿Cómo se presentan a las elecciones sindicales de este 16 de marzo?

Con mucha ilusión y fuerza. Durante estos últimos cuatro años hemos estado al lado de los trabajadores. Les hemos defendido con honestidad e independencia y en estas elecciones es importante movilizar el voto de todos los profesionales para cambiar el rumbo en la sanidad pública de Castilla-La Mancha, para mejorar sus condiciones laborales y recuperar todo el poder adquisitivo perdido. Presentamos una candidatura con un enorme apoyo, con más de 1.500 candidatos y candidatas y estamos presentes en los comités de empresa y juntas de personal de las gerencias.

Por último, ¿quiere lanzar un mensaje a los profesionales de ámbito sanitario?

Desde CSIF les agradecemos enormemente el esfuerzo realizado, sabemos lo mal que lo han pasado durante la pandemia y cómo todavía persisten esas graves heridas. Hay un hartazgo generalizado por una situación que persiste y cómo desde la Administración no se toman las medidas necesarias. Nosotros hemos pasado de los aplausos a la movilización, a la defensa de todas las categorías y colectivos, con independencia y honestidad. CSIF siempre cumple, siempre reivindica y no se deja callar. Porque otra forma de hacer sindicalismo es posible y por ello esperamos que este 16 de marzo gane el respeto por nuestra sanidad, para obligar a nuestros políticos a que cumplan sus promesas.