La conversación entre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page y sus homólogos de Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia -todos ellos del PP- en la inauguración de Fitur el pasado miércoles ha sido el aleteo de la mariposa que ha desencadenado un profundo terremoto en las filas del PSOE. En un primer momento, el encuentro se interpretó como una conversación para hablar de la infrafinanciación que sufren los cuatro territorios con el modelo actual y que estos días corroboraba con su informe la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Sin embargo, las declaraciones posteriores de Page situando a su partido en el "extrarradio de la Constitución" y la publicación del contenido de la conversación privada con los barones 'populares' prendieron la mecha de la escalada.
Óscar Puente, que reprendió a Page situándole en "el extrarradio del PSOE", el secretario de Organización, Santos Cerdán o la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, fueron los socialistas más destacados que reprendieron públicamente al presidente castellano-manchego, único por otra parte que gobierna con mayoría absoluta bajo las siglas socialistas en una comunidad autónoma.
Pues bien, parece que esa buena relación con los presidentes del Partido Popular está dando sus frutos para Castilla-La Mancha. Este mismo viernes, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado su intención de terminar con la barrera sanitaria en su comunidad, por lo que los ciudadanos de las regiones limítrofes que tengan un servicio cercano de Urgencias en territorio valenciano podrán utilizarlos.
Mazón ha explicado que la primera parte del muro sanitario que derribará será la que le separa de Castilla-La Mancha. Esta medida favorecerá a miles de habitantes de las provinicas de Cuenca y Albacete que tienen más cerca un centro sanitario de la Comunidad Valenciana que de su provincia.
Durante una intervención en un foro organizado por Las Provincias, el presidente valenciano ha asegurado que más allá de construir España desde el autogobierno de las comunidades, "todos somos españoles" y por lo tanto no es lógico que existan "límites burocráticos en las fronteras sanitarias".
Tras Castilla-La Mancha, seguirán Murcia y Cataluña, siempre que sus dirigentes quieran. Sobre este aspecto, Mazón ha reconocido que aunque discrepa en el asunto del separatismo, "cuando se trata de atender a una persona de Vinaròs (Castellón) de una urgencia, está muy clara cuál es la prioridad".
Defiende el encuentro con García-Page
En el tema de la financiación, Mazón se ha mostrado totalmente alineado con García-Page, quien este martes pedía que antes de liquidar el actual modelo, aprobado en 2009 y caducado desde hace una década, el Estado ajuste "las cuentas pendientes" de con las tres comunidades infrafinanciadas que según el informe de Fedea ascienden a 3.000 millones de euros.
Por ello, ha calificado que el encuentro de los cuatro presidentes autonómicos en Fitur fue "de sentido común" y no un "capricho". "Ha quedado claro lo que pensamos los cuatro y vamos a llevarlo desde el principio hasta el final", ha asegurado sobre ese fondo de nivelación que exigen.
En cualquier caso, ha puntualizado que no se trata de una cuestión de "chovinismo" ni de "estar por encima o tener un privilegio al estilo separatista catalán", sino de "equiparar" los recursos que reciben todas las autonomías.
Por último, Mazon ha querido normalizar el hecho de que este asunto le acerque más a un presidente socialista como García-Page que a un compañero de partido como el dirigente castellano-leonés Alfonso Martínez Mañueco reconociendo la dificultad que tendrá el PP de concitar "unanimidad" en todas las autonomías.