Ecologistas en Acción Ciudad Real ha lamentado este martes la muerte por atropello de 'Opio', el primer lince ibérico liberado en zona de reintroducción de la especie en Sierra Morena Oriental, en la provincia de Ciudad Real.
La organización ha señalado que el pasado día 12 de enero se conoció la noticia del atropello de Opio en el término municipal de Torre de Juan Abad, en la carretera CR-P-6112, que une las localidades de Torrenueva y Cózar.
Se da la circunstancia de que este ejemplar fue el primer lince liberado en la zona en el año 2018, para conseguir establecer una población de la especie en Sierra Morena Oriental, una de las dos zonas en el que proyecto Iberlince comenzó su programa de reintroducción de la especie en Castilla-La Mancha.
Para los ecologistas, la muerte de este lince ibérico es "una triste noticia" que se produce en una carretera, la CR-P-6112, donde ya han muerto atropellados otros dos ejemplares más.
No es el primero
En concreto, en esta misma carretera fue atropellado un ejemplar en febrero de 2021 y a finales del año pasado también se localizó, en el arcén de la citada carretera, el cadáver de un cachorro y, aunque no se conocieron los resultados de la autopsia, todo parece indicar que también fue atropellado.
En este contexto, han alertado de que, en menos de un año, en esta carretera han sido atropellados tres ejemplares de linces.
Medidas “urgente”
La organización conservacionista ha pedido que, dada la situación poblacional de la especie con menos de diez hembras reproductoras en la zona, se adopten medidas urgentes en esta carretera para evitar la muerte de más ejemplares, como ya ha ocurrido en otras carreteras del entorno con territorios de linces ya asentados.
Por eso, han pedido a las administraciones que lleven a cabo un plan de señalización específica sobre el riesgo de atropello de la especie, que se instalen bandas sonoras para reducir la velocidad y que se adecúen pasos de fauna en los puntos de mayor riesgo de atropello, en particular, allí donde las vías atraviesen cauces fluviales, vaguadas y otros lugares querenciosos para el conejo y el lince.
Unas medidas que, según los ecologistas, "son fáciles de instalar y su eficacia está comprobada", por lo que han instado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a su aplicación para evitar comprometer la supervivencia de más ejemplares y de la propia especie por atropellos.