Los tres acusados de introducir en España ocho kilos de cocaína escondidos en un cargamento de piñas de Costa Rica a través del Puerto de Algeciras y que operaban en Seseña (Toledo) y Guarnizo (Cantabria), han reconocido los hechos y han aceptado una condena de cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública y otro de pertenencia a grupo criminal.
En la vista celebrada en la Sección Primera de la Audiencia de Cantabria, los acusados han aceptado la pena de cárcel y también el pago de una multa de 110.000 euros con responsabilidad penal subsidiaria.
Para el cabecilla del grupo, en prisión provisional desde marzo de 2021, la pena asciende a cuatro años y seis meses de prisión, con la aplicación de las atenuantes de confesión y de adicción a las drogas.
A los otros dos acusados, que también están en prisión provisional desde abril de 2021, se les ha aplicado, igualmente, la atenuante de confesión muy cualificada.
Además, la mujer del cabecilla del grupo ha aceptado una pena de dos años de prisión como cómplice de un delito contra la salud pública, ya que, según ha admitido, ayudaba a su esposo a traficar "con conocimiento" pero creyendo que eran pequeñas cantidades de droga.
De acuerdo a la Fiscalía, el cabecilla del grupo, con la ayuda de su mujer, utilizaba una sociedad "ficticia" en un polígono de Guarnizo para introducir cargamentos de fruta o pulpa de fruta en la región.
Según el fiscal y tal y como ha reconocido el hombre, "no tenía interés alguno" en la venta de fruta y servía como tapadera para la introducción de cocaína en Cantabria.
Además, de esta nave en Guarnizo, el acusado alquiló una nave frigorífica en el polígono industrial de San Isidro de Seseña (Toledo), con el fin de recoger y depositar la cocaína.
Esta nave servía también como punto intermedio entre Cantabria y Algeciras, donde, tal y como han reconocido los acusados, en marzo de 2021, introdujeron 1.680 cajas de piña procedentes de Costa Rica.
En el contenedor de las piñas se encontraban "escondidos 16 cilindros" con ocho kilos de cocaína, que fueron trasladados a la nave de Seseña, en la que se encontraban los otros dos acusados.
Estos, "marcaron las piñas" que contenían droga, todo bajo la dirección, según ha reconocido, del acusado principal.
De acuerdo a las investigaciones de la Guardia Civil, el cargamento de droga estaba valorado en más de 207.000 euros.