El cadáver hallado el pasado martes en el paraje de Fuentes Viejas, dentro del término municipal de Casarrubios del Monte (Toledo) pertenece a Isabel del Castillo, la mujer de 57 años enferma de alzhéimer que había desaparecido el 19 de agosto en la vecina localidad de Navalcarnero (Madrid).
Fuentes de la Guardia Civil consultadas por EL ESPAÑOL-EL DIGITAL CLM han confirmado que las pruebas de ADN practicadas a los restos han determinado que se trata de la mujer desaparecida.
Isabel del Castillo fue vista por última vez a unos 15 kilómetros del lugar donde se ha hallado su cuerpo sin vida. Desde el comienzo de la búsqueda, la principal hipótesis fue que se hubiese desorientado a causa de su enfermedad.
[El ADN determinará si el cadáver de Casarrubios del Monte es el de Isabel del Castillo]
Tanto Guardia Civil como familia, que pegó carteles con la foto de Isabel por numerosos lugares de Madrid y Toledo, organizaron varias batidas por los alrededores de Navalcarnero y Casarrubios del Montes con el fin de encontrarla o al menos hallar alguna pista que les llevase hasta ella.
Fue el pasado martes 20 de septiembre cuando un vecino de Casarrubios divisó un cadáver en el paraje de Fuentes Viejas, una zona apartada cerca de la urbanización Calypo Fado y el aeroódromo de Casarrubios del Monte, en la provincia de Toledo. Hasta el lugar se desplazaron agentes del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo que observaron sobre el terreno que el cuerpo, que presentaba rasgos de llevar varias semanas allí, no tenía signos de violencia y presentaba parte de la ropa con la que la desaparecida salió de casa: unas mallas ciclistas de color negro por encima de la rodilla, una camiseta de manga corta de rallas azules y blancas y por debajo otra de tirantes verdes, y unas chanclas con suela fina de madera y correa de color azul.
Los primeras investigaciones apuntan a que no murió de forma violenta, sino de forma natural o accidental. Además, han contrastado que el cuerpo no ha sido movido del lugar, por lo que todo apunta a que falleció allí mismo, han informado a Europa Press fuentes policiales.
La principal hipótesis, por tanto, es que Isabel fue a dar un paseo en ese calurosa día de agosto dirección sur, a la Urbanización Calypo Fado, donde viven unos familiares, un lugar que conocía bien. Pero, en un momento dado, quizá fruto de su enfermedad, se desorientó y acabó tras varias horas andando en un paraje escarpado, cerca de unos matorrales, por los que apenas pasa gente. Allí habría fallecido el mismo día o al día siguiente por causas naturales o por un accidente, según las mismas fuentes.