Natalia S., una adolescente de 16 años, moría a las nueve de la noche del pasado viernes en el Parque Municipal de Corral de Almaguer, una localidad manchega de poco más de 5.000 habitantes que forma parte de la provincia de Toledo. La menor se encontraba junto a un grupo de amigos y conocidos cuando, según testigos presenciales, inhaló voluntariamente el gas salido de un espray para recargar mecheros, se mareó y se acabó golpeando contra un bordillo. Los servicios de emergencia que acudieron hasta allí pocos minutos después de la desgracia para socorrer a la víctima no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Ahora será la autopsia del cadáver la que determine si la muerte fue producida por la sustancia tóxica respirada o por el impacto posterior al desvanecimiento.
Los vecinos de Corral de Almaguer, donde el Ayuntamiento ha decretado dos días de luto oficial y las banderas ondean a media asta, han instalado en el lugar de los hechos un altar improvisado con decenas de velas y algunos carteles en los que puede leerse "siempre estarás en nuestros corazones". La joven fallecida era muy conocida y querida en el pueblo, que ha quedado sumido en la tristeza, donde ni su familia ni nadie salvo sus amistades más cercanas sabían que en ocasiones inhalaba el gas azul (técnicamente isobutano o metilpropano) que hace funcionar los encendedores como una pseudodroga recreativa, legal, accesible y barata. Un bote de espray de recarga para mecheros cuesta en torno a cuatro euros y puede comprarse libremente en cualquier supermercado o ferretería.
Una de las amigas del grupo, Andrea, vivió en primera persona los últimos momentos de Natalia con vida. "Muchas veces, de broma, hacía que se mareaba. Cuando nos dimos cuenta de que se caía de verdad intentamos socorrerla y llamamos a urgencias. Nos dijeron que le pusiéramos de lado y que le diésemos pellizcos, que viésemos si tenía pulso", ha contado al programa 'Espejo Público' de Antena 3 recordando la trágica escena del pasado viernes. Tanto los chavales que estaban en ese momento en el parque y le prestaron los primeros auxilios como los médicos que llegaron poco más tarde asistieron incapaces a un desenlace fatal.
"Le regañábamos todo el tiempo"
Andrea, todavía conmocionada por la pérdida, ha reconocido que la adolescente fallecida ya había inhalado en otras ocasiones el gas con el que se recargan los mecheros: "Nos lo comentó y siempre le decíamos que no hiciese esas cosas, que ese gas era tóxico y muy malo. Le regañábamos todo el tiempo". Aunque, según este testimonio, Natalia no hizo caso: "Como le regañábamos nos lo dejó de contar para que nosotras no nos enfadáramos con ella. Ella nos decía que solo sentía un pequeño mareo y nosotras le respondíamos que algún día iba a ser más". Algo que, tristemente, acabó ocurriendo.
Aunque en España no hay constancia de muertes en circunstancias similares, en Latinoamérica varios jóvenes de corta edad han fallecido a lo largo de los últimos años buscando un "colocón" momentáneo inhalando gases como el isobutano -también llamado metilpropano- a través de espráis de recarga de mecheros. Una técnica accesible y asequible que puede provocar unos cuantos segundos de irrealidad, desenfreno o desinhibición, pero que puede resultar extremadamente peligrosa. Al no poder controlar la dosis que entra en el cuerpo, los gases tóxicos pueden acabar desplazando por completo al oxígeno de los pulmones y provocar desde mareos a asfixia, pasando por problemas cardiovasculares con resultado fatídico.
Desde la Fundación FAD Juventud, anteriormente conocida como Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, la técnica Celia Prat asegura a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM que en nuestro país esta es una práctica "muy, muy minoritaria" y "para nada extendida" entre la juventud, aunque en el continente americano "es mucho más frecuente el uso de inhalantes", desde pegamentos a productos de limpieza, sobre todo en entornos marginales. Aunque no está claro como la adolescente toledana se inició en el consumo, su amiga ha reconocido en 'Espejo Público' que sospechan que obtuvo información a través de Internet o las redes sociales.
"Este tipo de sustancias son peligrosas en sí mismas por su toxicidad y porque en muchas ocasiones son consumidas por población menor de edad, por personas cuyos órganos y cuyo cerebro están todavía en desarrollo, por lo que el daño es mucho mayor que en adultos", explica Prat.
Gas de la risa
El pasado mes de agosto el estado de Nueva York, en Estados Unidos, prohibió la venta de botes de nata montada a menores de 21 años. El motivo es que muchos jóvenes habían aprendido que los aerosoles con este dulce ingrediente incorporan un aditivo conocido como gas propelente o E942. No es otra cosa que el óxido nitroso (N2O) —de hecho, algunos de estos productos lo ponen directamente entre sus ingredientes como "gas propulsor N2O"—, que se conoce de manera común como el gas de la risa y es utilizado de manera recreativa. Se buscan las carcajadas y la euforia, pero la cara 'B' es que su inhalación "hace que baje la presión arterial y provoca mareos, pero puede llegar a provocar una depresión cardiorrespiratoria e, incluso, la muerte por esta causa", advertía el farmacéutico Gorka Allende.
Desde hace años el gas de la risa está presente en los botellones de la geografía española, sobre todo en el Levante o Baleares. Incluso la Policía ha detenido a varias personas por vender globos llenos de esta sustancia que originalmente se adquiere en cápsulas o bombonas para ser utilizadas convenientemente en sectores como el de la gastronomía. En mayo de 2021, un joven británico de 23 años fue hallado muerto en el interior de su casa de Marbella (Málaga). Alrededor del cadáver había centenares de cápsulas vacías de óxido nitroso y un sifón para consumirlas. La autopsia determinó que murió asfixiado al ingerir un trozo de papel, pero los investigadores aseguraron que el óxido nitroso fue determinante en el fatal desenlace.
El mismo final, aunque inhalando otro gas tóxico, corrió Natalia en el Parque Municipal de Corral de Almaguer, un pueblo cuya alcaldesa, Manuela Lominchar, ha trasladado "un mensaje de ánimo, fuerza y esperanza" a la familia de la adolescente, haciendo saber mediante un comunicado que "toda la Corporación Municipal está a su disposición".
Por su parte, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha apuntado a preguntas de los medios tras una rueda de prensa que la Guardia Civil sigue investigando "aquellos aspectos que pudieran explicar lo que ha pasado". En todo caso, y dado que la víctima es menor de edad, ha advertido de que "no se dará más información al respecto hasta que se clarifiquen las cosas".