La Policía Nacional ha finalizado la búsqueda de restos humanos en la zona acotada del vertedero Ecoparque de Toledo, donde en las últimas semanas encontró un pie, el torso, los brazos, una pierna y parte de la cadera y la cabeza de Ángel, el menor de 11 años desaparecido con su primo Fernando el 10 de diciembre.
El operativo de búsqueda, en el que han participado efectivos de la Policía Judicial, la Policía Científica de Madrid, el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) y guías caninos, ha rastreado durante un mes miles de toneladas de residuos en un terreno similar a la extensión de un campo de fútbol, donde se había vertido la basura recogida en los días próximos a la desaparición de los menores.
[Hallan en un vertedero de Toledo el cadáver de uno de los menores desaparecidos en Madrid]
No obstante, la paralización definitiva de los trabajos en el Ecoparque de la capital castellano-manchega dependerá de la decisión que dicte el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo, han informado a EFE fuentes de la investigación.
Los hallazgos de los restos del menor se produjeron en tres jornadas distintas de las labores de rastreo, la primera el pasado día 11, cuando se encontró el pie de Ángel, lo que certificó su fallecimiento. Desde ese día la búsqueda se ha acotado en ese punto hasta dar con otras partes de su cuerpo en unos trabajos más minuciosos. Los restos descubiertos, tras cotejar el ADN y que confirmarse definitivamente que pertenecen a Ángel, serán objeto de autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Toledo. Pese a su tardío hallazgo y el estado en el que se encontraron se espera que arrojen luz sobre las circunstancias de su muerte.
Sin indicios de criminalidad
Las labores de búsqueda en el Ecoparque de Toledo arrancaron el pasado 27 de diciembre después de que el día 15, cinco días después de la desaparición de los primos, unos trabajadores descubrieran en la cinta de transporte de residuos el cadáver de Fernando, de 17 años. El informe preliminar de la autopsia realizada al cuerpo del menor reveló que no presentaba signos de violencia y que la causa del fallecimiento era una asfixia no mecánica o manual, por lo que no se apreciaron indicios de criminalidad.
No obstante, los investigadores continúan barajando varias hipótesis, desde una muerte accidental de los primos al resguardarse la noche de la desaparición en un contenedor de basura de Toledo -descartada por sus familias desde el principio- hasta un posible doble homicidio.
Una marcha voluntaria
Ángel y Fernando desaparecieron la tarde del pasado 10 de diciembre, cuando dijeron al padre del mayor que iban a comprar unos bocadillos al Hiper Usera de la calle del General Ricardos del barrio madrileño de Carabanchel, pero nunca volvieron.
Su desaparición fue voluntaria, toda vez que las cámaras de seguridad les captaron en varias estaciones de Metro y autobuses en Madrid, hasta que esa misma tarde llegaron a Toledo, donde se les grabó en un hotel y en otros puntos de la ciudad.
Según las indagaciones policiales, Fernando acudió a la capital toledana junto a su primo pequeño para encontrarse con una chica con la que había tenido una relación sentimental que se había roto el pasado verano.
Las familias de los menores han mantenido sus sospechas sobre los familiares de esa joven, quienes han sido interrogados por los investigadores.