La A-4 o autovía del Sur atraviesa Castilla-La Mancha para unir Madrid con Andalucía y la Guardia Civil sabe desde hace años que es una ruta caliente que los traficantes de drogas utilizan para distribuir hachís desde el sur de España hacia otros puntos del país y de Europa. Por eso, los controles de vehículos y personas son habituales en esta vía.
En uno de ellos, llevado a cabo por la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Guardia Civil de Ciudad Real en el término municipal de Membrilla, los agentes sospecharon de la actitud nerviosa de los dos ocupantes de uno de los coches que pasaba por allí.
El olfato de los guardias civiles no falló y el registro del habitáculo permitió hallar cinco fardos de hachís, cuatro en el maletero y uno más en el asiento trasero, con un peso total de 178 kilogramos.
Además de la sustancia estupefaciente, los agentes encontraron en el suelo del coche, bajo el asiento del copiloto, una riñonera que contenía una pistola cargada con cinco cartuchos, además de otros cinco más en el exterior.
Los dos ocupantes del vehículo fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas. Además, al copiloto se le atribuye otro delito de tenencia ilícita de armas.