Hallan el cadáver de una mujer con signos de violencia en un camino de Pelahustán (Toledo)

Consternación en Pelahustán, un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, por la muerte de Belén, la propietaria del bar de la plaza. Su cadáver fue encontrado este sábado por la noche con signos de violencia en un camino de entrada a la localidad desde la vecina Nombela. 

Según ha explicado a este periódico Isabelo Herreros, vicealcalde de Pelahustán, la mujer -que tenía alrededor de 45 años- salió este sábado a hacer ejercicio con su bicicleta, como hacía diariamente. A última hora de la tarde se esperaba su reincorporación a su puesto de trabajo, algo que no se produjo y generó gran preocupación en su entorno.

La Guardia Civil, al tener constancia de la desaparición, comenzó una batida por los alrededores de Pelahustán y localizó el cuerpo sin vida de Belén poco después, a las 23.24 horas de la noche, ha adelantado la agencia de noticias Europa Press.

El cadáver fue hallado con signos de violencia en la Cañada Real de las Merinas, a unos tres kilómetros del centro del pueblo, donde la mujer regentaba el bar 'La Boyería'.

Europa Press informa de que la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil estuvo trabajando toda la noche en el lugar. Esta mañana el forense ha levantado el cadáver, que ha sido trasladado al instituto anatómico, donde se le realizará la autopsia.

Luto oficial

"Es muy pronto para saber lo que ha pasado. Se ha decretado secreto de sumario, pero ha tenido que ser algo raro. Belén todos los días hacía ejercicio en bicicleta, era sana, muy deportista y muy conocedora de los caminos", ha añadido el vicealcalde, que ha adelantado que el Ayuntamiento de Pelahustán decreatará varios días de luto.

Roberto García, el alcalde de esta localidad de algo menos de 400 habitantes, ha confirmado a Europa Press que el Consistorio va a decretar tres días de luto y las banderas ya ondean a media asta con un crespón negro.

La Guardia Civil se ha hecho caso de la investigación de un caso que ha generado un hondo pesar en Pelahustán, donde Belén era "conocidísima" y "muy querida", al igual que su familia.