La Guardia Civil ha desmantelado una organización criminal con la detención de quince personas, que estafaron a más de 1.200 clientes de banca electrónica en distintas provincias españolas y que llegaron a obtener más de tres millones de euros.
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha dado a conocer en rueda de prensa la llamada operación 'Saprocoop', en la comandancia de la Guardia Civil en Salamanca, lugar en el que se presentaron las primeras denuncias por las estafas, cometidas en concreto en las localidades de Vitigudino y Babilafuente.
En una primera fase de la operación, los agentes arrestaron a nueve personas en las provincias de Toledo, Ciudad Real, Badajoz, Murcia y Valencia, mientras en una segunda detuvieron a otras seis, en la provincia de Barcelona, entre las que estaban incluidas los cabecillas de todo el entramado criminal.
Más de tres millones de euros
Los supuestos autores consiguieron obtener más de tres millones de euros de los más de 1.200 perjudicados en distintas autonomías, ha detallado la delegada del Gobierno. La primera fase sirvió a los agentes para desarticular el entramado económico, basado en carteras privadas de criptomonedas, y la segunda para dar con los poseedores de la tecnología necesaria para cometer los delitos.
La organización criminal basaba su forma de actuar en las técnicas denominadas 'SMS SPOOFING' y 'CALLER ID SPOOFING', que consistían en que los clientes recibían masivamente mensajes SMS, suplantando los delincuentes al banco como remitente.
En ellos se alertaba a las víctimas de un acceso no autorizado a sus cuentas y se les requería la verificación inmediata de esas operaciones a través de un enlace de acceso que les direccionaba a una web, idéntica a la de su banco, que era controlada por los ciberdelincuentes para apoderarse de los datos de acceso a las cuentas bancarias.
Realizado este paso, como los delincuentes necesitaban los códigos de seguridad que el banco envía al móvil del titular de la cuenta para autorizar cada operación, lograban suplantar el número de teléfono real de la sucursal bancaria, llamando a los perjudicados, a quienes alertaban de las operaciones fraudulentas en su cuenta.
Códigos de seguridad
Les solicitaban los códigos de seguridad que acababan de recibir por SMS para la anulación de las operaciones y conseguían así culminar el engaño y consumar la estafa, según ha desgranado la Guardia Civil.
Cuando estas técnicas no llegaban a su fin deseado, optaban por usar otros métodos como el 'VISHING', suplantando a las víctimas mediante llamada de voz a las entidades bancarias para realizar transferencias de dinero.
También realizaban campañas de SMS en las que enviaban un enlace de Whatsapp a las posibles víctimas indicándoles que eran sus hijos y que habían perdido el móvil y que necesitaban contactarlos a través de dicho enlace. Posteriormente, los ciberdelincuentes solicitaban a las víctimas una transferencia de dinero a una cuenta controlada por ellos.