El hombre acusado de matar a su hijo con un cuchillo en Santa Cruz de Retamar (Toledo) el 11 de octubre de 2020 ha sido condenado a 13 años de prisión por la Audiencia Provincial de Toledo como responsable de un delito de homicidio con agravante de parentesco. Este delito está tipificado con una pena de entre 10 y 15 años de prisión.
N.P. había reconocido los hechos durante la vista celebrada en la capital regional y cuyo tribunal popular concluyó que este hombre era el culpable de haber dado muerte a hijo.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso la agencia Efe, el acusado se encontraba en su vivienda de la urbanización Calalberche de la localidad de Santa Cruz de Retamar (Toledo) cuando acudió su hijo G.S.P.y tuvieron una discusión por motivos familiares.
El acusado N.P. se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo de 20 centímetros de hoja y se dirigió a su hijo con intención de matarle ya que le dijo "te voy a matar" en varias ocasiones, pese a que la víctima andaba con muletas ya que presentaba una patología discal que le limitaba los movimientos.
El padre le lanzó varias cuchilladas que G.S.P. logró eludir interponiendo una de sus muletas hasta que le asestó una puñalada en el pecho que le afectó al corazón y le provocó un taponamiento cardiaco que le causó la muerte por un shock hipovolémico.
El fallecido tenía pareja sentimental y era padre de dos hijos menores.
Una vez cumplida la pena de prisión, el condenado tiene prohibido acercarse a la familia del fallecido y no podrá residir en los mismos lugares que ellos. Además, deberá indemnizar con 150.000 euros a la pareja de la víctima y a su esposa, con 250.000 euros a cada uno de sus nietos y, a su hermano, con 15.000 euros.
No obstante, esta sentencia puede ser apelada ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.