La Guardia Civil de Toledo ha confirmado el hallazgo de un feto sin vida en el interior de un contenedor. Los hechos ocurrieron el pasado 18 de enero, cuando una llamada del servicio de urgencias y emergencias 112 de Castilla-La Mancha les alertaba de que una mujer había sido atendido en el Hospital Universitario de la capital castellano-manchega con síntomas de haber sufrido un aborto.
A raíz del aviso, el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Illescas abrió una investigación mediante la que acabaron hallando el feto sin vida en un contenedor próximo al domicilio de la madre, según confirma la Benemérita.
En estos momentos, la mujer se encuentra identificada a la espera de que la autopsia determine la causa de la muerte.
El hijo menor de la mujer confesó haberlo tirado
Según cuenta el diario ABC, un hijo menor de la mujer fue quien arrojó el feto, de unos dos kilos y medio de peso y 37 ó 38 semanas de gestación, a un contenedor de la calle Hermanos Quintero de la localidad de Mocejón.
Al parecer la mujer acudió en un primer momento al consultorio médico del pueblo con un abundante sangrado que achacaba a problemas con la menstruación. Desde allí fue derivada al hospital donde constataron que se trataba de aborto pese a que la mujer seguía negando que estuviese embarazada.
Una vez avisado la Policía Nacional, que a su vez movilizó a la Guardia Civil, la mujer fue escoltada hasta su domicilio. Allí, su hijo menor de edad aseguró que él mismo había limpiado el feto y lo había llevado a un contenedor de basura próximo. Tal y como indicó el menor, el cadáver se encontraba en una bolsa de basura depositada en un contenedor de las inmediaciones del parque del Prado.