La Policía Nacional ha detenido 'in fraganti', cerca de entidades bancarias de Talavera de la Reina (Toledo), a un padre y un hijo mientras buscaban a víctimas potenciales para cometer las estafas del 'tocomocho' y la 'estampita'.
Los agentes, que se encontraban realizando labores de prevención de la delincuencia en zonas con gran afluencia de público, detectaron la presencia de dos varones que levantaron sospechas por su actitud, ya que trataban de entablar conversación con viandantes de avanzada edad.
Por este motivo, los policías procedieron a identificar a estas dos personas, localizando entre sus pertenencias diferentes objetos utilizados para la comisión de ambas estafas: bisutería, recortes de papel del tamaño de los billetes, sobres, gomas, distintas gafas, número de lotería de sorteos ya celebrados, así como otros efectos utilizados para llevar a cabo este tipo de estafas.
Estas detenciones forman parte de un dispositivo policial cuyo objetivo tiene la prevención de este tipo de delitos, en fechas y lugares de mayor afluencia de personas de avanzada edad, fruto del cual también se ha logrado la identificación y detención de otras cinco personas, esclareciendo gran parte de este tipo de ilícitos producidos en esta ciudad.
A todos los detenidos les consta un amplio historial policial relacionado con la comisión de estafas en diferentes ciudades de España, lo que indicaría su carácter itinerante.
¿En qué consisten estas estafas?
El 'tocomocho' consiste en abordar a las víctimas informándoles tener billetes de Lotería Nacional o la ONCE que por una circunstancia u otra los estafadores no pueden cobrar. Una vez captadas y embaucadas, les emplazan cambiar los billetes supuestamente premiados por joyas y dinero, e incluso las acompañan a las entidades bancarias.
En el otro timo, el de la 'estampita', uno de los estafadores finge tener una discapacidad intelectual y se acerca a la víctima enseñando una bolsa que aparenta estar llena de billetes. Acto seguido, el timador minimiza la importancia del contenido de la bolsa, haciendo creer al otro sujeto que él piensa que son cromos o estampitas en vez del aparente dinero.
En este momento, aparece un cómplice que ayuda a perpetuar la estafa y que actúa como 'gancho', el cual convence a la víctima para engañar a la persona que lleva la bolsa y comprar esta por una cantidad de dinero. Una vez convencida la persona que está siendo timada, el estafador con supuesta discapacidad acepta la compra, y en ese momento el "gancho" confiesa no tener dinero para participar, pero anima a la víctima a realizar la compra. En el momento que víctima y timador realizan el intercambio de dinero y bolsa, se culmina el fraude y ambos estafadores desaparecen.