Lucillos, Cebolla, Erustes, Lagartera, Gamonal, Torrijos, Bargas... y ahora también Los Yébenes. La oleada de robos en cementerios de la provincia de Toledo no cesa. Esta localidad de los Montes de Toledo, último objetivo de los ladrones, se ha despertado este lunes con la desagradable noticia de que alrededor de 150 crucifijos y adornos de bronce han sido sustraídos de madrugada.
"Han forzado una puerta lateral que utilizamos cuando tenemos que hacer obras y han entrado por ahí con una furgoneta o un vehículo similar", ha explicado a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM Jesús Pérez, alcalde de Los Yébenes, quien ha precisado que en estos momentos Policía Local y Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación.
El objetivo de los ladrones han sido los adornos de más valor, mayormente crucifijos. No obstante, también han arrasado con otras figuras que había en algunas de las sepulturas como el busto que un escultor local había colocado en la tumba de su padre o un volante que había en otra de las sepulturas donde descansan los restos mortales de un camionero. En todos los casos estaban hechos de bronce.
Durante toda la mañana, los vecinos de Los Yébenes han acudido al camposanto para comprobar si las tumbas de sus seres queridos estaban entre las afectadas por el robo.
Desde el Ayuntamiento de Los Yébenes, han emitido una comunicación a través de las redes sociales en la que piden a los afectados que formulen una denuncia en la oficina de la Policía Local o en el cuartel de la Guardia Civil a partir de un modelo que ya han preparado
De igual modo, el propio Ayuntamiento también se personará como denunciante en todo este caso.
El cobre, objetivo último de los ladrones
Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo ha informado a este medio que mantienen una investigación abierta para intentar esclarecer esta oleada de robos lo antes posible. De momento, no precisan si se trata de una banda especializada o de la acción de varios grupos.
Lo que sí está claro es que la elección del bronce no es algo casual. Esta aleación está compuesta por una parte de cobre, un material cuyo precio de mercado oscila entre los 10 y 12 euros por kilogramo en la actualidad cuando se trata de piezas nuevas y en torno a los 7 euros en el caso de la chatarra.
Una vez sustraído el material, el modus operandi de este tipo de organizaciones suele continuar con la fundición de los elementos sustraídos, la obtención del cobre y su venta en el mercado negro camuflado como material de desecho.