La Guardia Civil ha detenido a una mujer por okupar dos veces en dos días consecutivos el mismo chalé de Cobisa (Toledo), la segunda de ellas aprovechando que el morador de la vivienda había salido unos instantes para hacer la compra.
Los hechos ocurrieron los pasados días 1 y 2 de agosto en la localidad toledana. En primera instancia, al recibir una denuncia sobre los hechos, los agentes se personaron en la casa y comprobaron que en el interior "se encontraba una mujer con varios menores", que alegaban haber okupado el inmueble al pertenecer a una entidad bancaria y encontrarse supuestamente deshabitado.
Según ha relatado la Guardia Civil, los agentes iniciaron las oportunas gestiones para verificar la comisión del delito, pero en un primer momento no pudieron constatar de forma fehaciente la titularidad de la vivienda ya que su morador no se encontraba presente en ese momento.
A lo largo de ese mismo día, mientras se realizaba la investigación pertinente y se practicaban diligencias policiales, la mujer y sus hijos abandonaron la vivienda, que pudo ser recuperada por su morador "una vez comprobada documentalmente y a través de testigos su posesión".
Sin embargo, al día siguiente sobre el mediodía y aprovechando que el inquilino había salido a realizar la compra, "la mujer volvió a acceder a la vivienda con la intención de ocuparla, alegando que el inmueble pertenecía a un fondo de inversión y amenazando con autolesionarse con un arma blanca si era desalojada", ha relatado el instituto armado en una nota de prensa.
Desalojo
Los agentes, ya con la certeza de que dicho inmueble era morada de una tercera persona gracias a las diligencias practicadas hasta ese momento, "accedieron a la vivienda con las llaves facilitadas por el morador, consiguiendo desarmar a la mujer y procediendo a su desalojo de forma inmediata".
Días más tarde, este jueves 8 de agosto, la okupa ha sido detenida por dos presuntos delitos de allanamiento de morada, otros dos de daños, uno de amenazas y otro de coacciones. Las diligencias han sido entregadas al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Toledo.
El caso suscitó una gran preocupación e indignación en el pueblo de Cobisa, cuyos vecinos se congregaron a las afueras de la vivienda para lograr que la okupa y sus hijos se marchasen. Según relataron algunos de ellos a varias televisiones, la mujer mostró en todo momento una actitud desafiante, provocó importantes destrozos en la casa e incluso utilizó una piscina de plástico para darse un baño en el patio, amenazando además con volver a entrar.