El joven de 20 años que ha sido arrestado a primera hora de la tarde de este lunes como presunto autor de la muerte del pequeño Mateo en Mocejón, ha confesado ser el autor del homicidio a la Guardia Civil, según ha informado La Sexta.

El hombre, que vive en la misma localidad junto a su padre, conocía a la víctima y también al grupo de amigos con el que se encontraba cuando se produjeron los hechos.

Además de la detención, la Guardia Civil ha llevado a cabo dos entradas y registros en sendos domicilios de la localidad, concretamente en las calles Batalla de Lepanto y Dalí, lugar donde este hombre que habitualmente reside en Madrid estaba pasando unos días junto a su padre.

Por el momento, uno de los interrogantes que falta por despejar es la motivación que llevó a Juan a ir hasta el polideportivo Ángel Tardío el domingo por la mañana, acercarse al grupo de chavales que estaban allí y asestar a Mateo 11 puñaladas que acabaron con su vida. Lo que sí está confirmado por su propio padre y por una de sus tías es que padece una discapacidad intelectual del 70 %, posiblemente a consecuencia de una enfermedad mental.

Buscan el arma en un canal

Mientras, los agentes de la Guardia Civil se centran ahora en la búsqueda del arma con el que el asesino confeso acabó con la vida de Mateo. Miembros del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado han rastreado durante toda la tarde del lunes un canal que discurre en una zona próxima a la instalación deportiva donde creen que el arrojó el objeto punzante después de huir corriendo de la escena del crimen. La búsqueda ha sido suspendido con la caída de la noche y se reanudará a primera hora.

Este arresto se ha producido apenas 36 horas después de que esta persona accediera al campo de fútbol de Mocejón y atacara con un objeto punzante a un grupo de niños que estaba jugando al fútbol. La mala suerte quiso que Mateo se tropezase y el homicida se ensañase con él.

En las horas que ha durado el dispositivo para localizar al asesino, la Guardia Civil se ha centrado en el análisis de diversas cámaras que hay en las inmediaciones, así como en negocios y viviendas de la localidad. Nada más producirse los hechos, los investigadores tiraron del hilo de un coche gris que presuntamente había abandonado la escena de los hechos a gran velocidad. Sin embargo, una vez localidado este vehículo y tras comprobar que no tenía relación, centraron la investigación en el pueblo.

Desde la familia también deslizaron que el autor debía ser alguien que conociera Mocejón ya que para acceder al polideportivo no utilizó la entrada habitual sino un agujero que hay en la valla y que la gente utiliza habitualmente para entrar cuando las puertas están cerradas. 

De igual modo, la actuación policial ha puesto fin tanto a la psicosis social que había provocado que un asesino estuviese suelto, así como a las teorías que relacionaban con este hecho con los inmigrantes que están alojados en un hotel de la localidad.