J.I.V. el hombre de 45 años acusado de matar de un tiro a su hijastra de 17 años y herir de gravedad a la madre de la víctima mortal el pasado sábado en Otero (Toledo), ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza acusado de dos delitos asesinato, uno en grado de tentativa con la agravante de género y otro de tenencia ilícita de armas.

Así lo ha decretado la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Torrijos (Toledo), con competencia en materia de violencia de género, quien ha tomado declaración al único acusado por este suceso en la mañana de este lunes. 

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, además de la prisión provisional, a J.I.V. le ha prohibido acercarse a la víctima, madre de la fallecida y con quien estaba casado, a una distancia menor de 1.000 metros y comunicarse con ella. La orden de protección incluye la imposición de un dispositivo telemático de control para el investigado en caso de que se modifique la situación de prisión preventiva.

Estas mismas fuentes, confirman que en este presunto caso de violencia de género y vicaria no existían denuncias previas por malos tratos. No obstante, esta mujer de 36 años que continúa ingresada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde fue trasladada de urgencia por un helicóptero medicalizado, sí estaba dentro del sistema VioGén contra la violencia de género por tres denuncias con sendas parejas previas.

Una discusión en la calle y varios tiros

Los hechos ocurrieron poco antes de las 6:00 horas del sábado, cuando el presunto asesino mató a la menor después de una discusión. La alcaldesa de Otero, Ana Isabel Labrado, presenció esa primera disputa en la calle cuando se dirigía a abrir el bar que regenta a escasos metros de la vivienda donde ocurrieron los hechos.

Tras llamar a la Guardia Civil, Labrado aseguraba que se escucharon varios disparos, por lo que decidió volver a insistir a la Benemérita mientras continuaban las detonaciones. Justo después, entró en el establecimiento la mujer de 36 con una herida de bala en el abdomen asegurando que su hija estaba muerta.

Los agentes encontraron a la joven de 17 años tendida en el suelo y sin vida por una disparo en la cabeza, mientras que un helicóptero medicalizado tuvo que trasladar a la madre después de ser estabilizada al Hospital 12 de Octubre con pronóstico grave, lugar donde continúa ingresada.

En cuanto al presunto homicida, fue detenido minutos después de la disputa cuando intentaba abandonar el lugar de los hechos.