Tras el brutal crimen a puñaladas de Mateo, un menor de 11 años, mientras jugaba con sus amigos en un campo de fútbol de Mocejón (Toledo) este domingo, una sensación de preocupación y miedo cunde entre las familias de la localidad y su entorno por si el asesino vuelve a actuar. Mientras la Guardia Civil sigue buscando "a destajo" al autor de los hechos, nadie encuentra una explicación a lo ocurrido.
Según testigos presenciales, el criminal asesinó al pequeño Mateo no porque fuera su objetivo concreto, sino porque quedó rezagado cuando el grupo de amigos intentó huir del atacante.
Tanto en Mocejón como en las localidades del entorno está en boca de todos la preocupación por dejar a los niños solos en la calle. Ante este temor, el secretario general de la Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL), Javier Montero, ha intervenido en el programa de Antena 3 'Espejo Público' y ha pedido "no crear alarma".
Sin embargo, ha expresado que "siempre existe riesgo". "Además de ser guardia civil soy padre, por lo que sería prudente con mis hijos mientras esta persona no esté detenida. No quiero decir que los niños no puedan disfrutar del verano y salir a jugar con sus amigos, pero vamos a dar un margen de unos días hasta que se produzca la detención. Estoy convencido que será en un periodo breve de tiempo", ha afirmado el agente.
"Falta de medios"
Durante su intervención en Espejo Público, Montero también ha lamentado la "falta de medios y carencia de personal" de Guardia Civil en Castilla-La Mancha. El responsable de la asociación ha criticado que desde que se produjo el crimen hasta que acudieron los agentes pasaron unos 50 minutos ya que la patrulla más cercana estaba a 40 kilómetros.
"Hay que paliar la falta de medios en la comunidad con más personal y acuartelamientos, para que el tiempo de respuesta sea mejor y no se dé la sensación de inseguridad que existe ahora mismo en la región", ha expresado.
Dispositivo de búsqueda
Tal y como confirmó la Delegación del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, la Guardia Civil continúa trabajando "a destajo" para localizar lo antes posible al asesino. El instituto armado ha organizado una 'operación jaula' en el pueblo y los alrededores a la que se han sumado agentes de la Comunidad de Madrid. Asimismo, se han desplazado un helicóptero de vigilancia aérea y una unidad subacuática.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10 de la mañana del domingo, cuando un joven de entre 16 y 18 años presuntamente encapuchado acudió al Campo de Fútbol Municipal 'Ángel Tardío' y, según fuentes cercanas a la investigación a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, "no paró de dar puñaladas" a Mateo, un niño de tan sólo 11 años que se encontraba allí jugando con sus amigos.
Según los testigos, el atacante parecía moverse sin un objetivo fijo y fue Mateo el que tuvo la mala fortuna de caerse al huir, un contratiempo que aprovechó el agresor para propinarle varias puñaladas en el pecho y el abdomen hasta perforarle el pulmón y acabar con su vida. Acto seguido, el asesino huyó del recinto deportivo a toda velocidad en un Ford Mondeo de color gris oscuro o un BMW modelo 120.
Mientras continúa la investigación, el Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo ha decretado el secreto del sumario. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, la descripción física ofrecida por los amigos de Mateo a las autoridades es que el asesino sería rubio con pelo rapado, mide alrededor de 1,60 metros, es delgado, vestía ropa deportiva, camiseta de manga corta, pantalón tipo bermudas y zapatillas.