La familia de Mateo, el niño de 11 años asesinado el pasado domingo cuando jugaba con sus amigos en Mocejón (Toledo), ha agradecido las muestras de apoyo y ha confiado en que lo ocurrido "sirva para hacernos recapacitar como sociedad".

Así lo ha indicado el primo del pequeño y portavoz de la familia, Asell Sánchez, tras varios días de horror en los que no solo ha tenido que llorar la muerte del menor, sino lidiar con las críticas recibidas en redes sociales, que incluso lo acusaban de "tener las manos machadas". "Ojalá que esta situación sirva para hacernos recapacitar como sociedad, que se cuide como debe la salud de nuestros enfermos mentales y que se acabe con el odio, la xenofobia, la homofobia y cualquier tipo de violencia", ha expresado.

Asimismo, ha mostrado "orgullo" de su familia, que ha demostrado "una calidad humana excepcional". "Cada vez que hablo con mi prima Lua me da una lección. Es una madre rota, le han quitado lo que más quiere, pero sigue firme en sus principios. Se está preocupando por todos y cada uno de nosotros, nos quiere cerca y quiere tener la seguridad de que estamos bien", ha asegurado.

Investigan el arma del crimen

Tal y como ha informado EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, las heridas que presentaba Mateo son compatibles con el cuchillo que un barrendero encontró tirado en un descampado a pocos metros del domicilio del padre de Juan Pérez, el asesino confeso. 

Ahora, el posible arma del crimen se encuentra en el Instituto de Medicina legal para ser analizado en profundidad. Hasta ese laboratorio también se ha remitido la ropa que Juan Pérez llevaba en el momento del arresto. 

Por su parte, el presunto infanticida ha pasado su primera noche en la prisión de Ocaña I después de que el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo le tomase declaración y decretase "el traslado a un centro, unidad o departamento adecuado a la situación de discapacidad del mismo".