Desarticulan una banda criminal dedicada a la trata en un club de alterne muy cerca de Ciudad Real
- Las víctimas eran castigadas con sanciones de hasta 100 euros si estaban enfermas y no podían prostituirse.
- Más información: Doce detenidos en Toledo de una red de trata que obligó a prostituirse a 600 mujeres en condiciones de esclavitud
La Policía Nacional ha detenido a tres hombres acusados de pertenecer a una red de trata de seres humanos con fines de explotación sexuales un club de alterne de Miguelturra, localidad limítrofe con Ciudad Real.
Entre los tres detenidos, que también se enfrentan a cargos de pertenencia a organización criminal y delito contra los derechos de los trabajadores, hay un hombre al que además se le imputan cargos de agresión sexual y violencia de género por haber mantenido, de manera presunta, relaciones sexuales con una de las trabajadoras del club en contra su voluntad.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia de una víctima que manifestaba haber sido obligada a ejercer la prostitución en un conocido club de alterne de Miguelturra.
Las primeras pesquisas policiales permitieron determinar que la gestión del local estaba a cargo de varios individuos que operaban con una estructura criminal organizada, que utilizaba el engaño, la intimidación y las amenazas para controlar a las trabajadoras sexuales a las que en ocasiones retenían hasta la mitad del importe recaudado por cada servicio, apuntan fuentes de la Policía Nacional.
Según la investigación, la víctima viajó engañada a Ciudad Real para encontrarse con uno de los detenidos, quien la convenció de que ambos mantenían una relación sentimental virtual y que podría trabajar como camarera en un local de hostelería en Miguelturra.
La víctima contactó con otra amiga para que la acompañase a Ciudad Real a trabajar, donde fueron recogidas por el ahora detenido y el dueño del club, quienes finalmente les impusieron sus condiciones para terminar ejerciendo la prostitución; hasta el punto de que "uno de los varones acudía frecuentemente al local a exigir pagos periódicos a la trabajadora y forzarla a mantener relaciones sexuales", explican los investigadores.
Mujeres en situación irregular
De esta manera, la Policía Nacional obtuvo una orden de entrada y registro del establecimiento, donde además identificaron a otras 13 trabajadoras sexuales, en su mayoría en situación irregular, que ejercían la prostitución "en condiciones gravosas y abusivas teniendo que entregar parte del dinero recaudado al responsable del local".
Los investigadores se incautaron de numerosa documentación, fotocopias de pasaportes de mujeres extranjeras, pistolas simuladas de gas airsoft y cerca de 2.500 euros en efectivo.
Multas por no trabajar
La gestión del club de alterne y sus trabajadoras incluía un sistema de multas para las chicas que allí ejercían la prostitución, de modo que, cuando una de ellas no accedía por diferentes motivos a prestar un servicio sexual al cliente, incluso por estar enferma o tener la menstruación, se les imponían sanciones de 50 a 100 euros, lo que generaba una deuda por parte de las trabajadoras que tendrían que devolver a posteriori con nuevos servicios sexuales.
"Este tipo de prácticas son habituales en organizaciones criminales dedicadas a la trata de seres humanos, ya que se genera un vínculo entre las mujeres explotadas y la organización en forma de deuda económica, que únicamente busca demorar lo máximo posible o incluso indefinidamente la salida de las chicas, y que en ocasiones supone incluso la retención del pasaporte o la extorsión o el chantaje a familiares en el país de origen", asegura la Policía Nacional.