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El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) ha rebajado la condena a nueve meses y cuatro días de prisión a Pepe Lomas, el librero de 82 años que mató al hombre que entró a robar a su vivienda. En primera instancia, había sido condenado a seis años y tres meses.  

Además, aunque la Audiencia Provincial de Ciudad Real había impuesto al condenado unas indemnizaciones de 48.000 euros a cada progenitor y 19.000 a cada hermano, ahora deberá abonar 20.000 y 5.000 euros a los progenitores de la víctima y 9.000 euros a sus hermanos.

Así lo ha determinado la sentencia de apelación al estimar el recurso del condenado, entendiendo que en su conducta se aprecia la legítima defensa putativa por error vencible.

Según la sentencia, queda "evidenciada la entrada indebida en la parcela del condenado, situación que se produjo de madrugada, en un lugar alejado y aislado, y donde el morador no podía recibir el auxilio inmediato de terceras personas". También, el fallo señala que el agresor portaba una motosierra, que había sustraído, y aun cuando no la esgrimiera y se encontraba apagada, el acusado le vio con ella en las manos, "lo que pudo ser identificado como un riesgo personal potencial".

Junto a la legítima defensa putativa por error vencible, la sentencia de apelación confirma las circunstancias probadas por el Tribunal del Jurado en lo relativo a la eximente incompleta de trastorno mental y la atenuante de confesión.

La sentencia no es firme y cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Tras ser condenado, el TSJCLM expresó que el librero no iría a la cárcel hasta que la sentencia no sea firme, por lo que se encuentra en libertad.  

Por último, el TSJCLM ha absuelto de la responsabilidad civil directa a la aseguradora Mapfre España, que cubría el arma de caza que usó el condenado contra la víctima, al "utilizarse fuera de la cobertura para actividad cinegética para la que estaba asegurada el arma".

Dos disparos

Los hechos por los que se juzgaron a Lomas tuvieron lugar en agosto de 2021, cuando el octogenario ahora condenado mató de dos disparos a un intruso que entró a su finca de La Atalaya de Ciudad Real. Durante el juicio, el jurado compuesto por nueve personas consideró probada la eximente incompleta de anomalía psíquica de Lomas y la atenuante de confesión.

La tragedia que marcaría de por vida a Lomas ocurrió alrededor de las 2 horas de la madrugada del 1 de agosto de 2021, festivo en Ciudad Real, cuando el acusado se despertó y salió a poner en funcionamiento el sistema de riego.

El acusado tenía en su habitación dos escopetas paralelas, un rifle, dos escopetas de cañón y diversa munición, todas ellas legales. Tras escuchar un ruido cogió una de ellas cargada con dos cartuchos, por el temor de que pudiera estar siendo víctima de un robo.

Al salir de la vivienda, observó a una persona que portaba en su mano una motosierra apagada que previamente había cogido con la intención de robarla. Por ello, Lomas se dirigió al lugar donde se encontraba esta persona y le disparó desde una corta distancia. El primero de los disparos le alcanzó la cara anterior de tórax, mientras el segundo impactó en la cara posterior. Acto seguido regresó a su habitación, volvió a cargar la escopeta e hizo un tercer disparo al aire.

Cabe recordar que Lomas, durante el juicio, llegó a sugerir que no mató a la víctima, asegurando que alguien puso el cadáver donde lo encontró la Policía. Un discurso en el que expresaba que todo formaba parte de una trama "orquestada desde hace 40 años" para echarlo de su casa.