Un tren que transportaba productos químicos, entre ellos argón líquido, ha descarrilado a primera hora de este jueves en el término municipal de Matillas (Guadalajara), circunstancia que ha motivado el corte de la vía ferroviaria Madrid-Grisén entre la localidad afectada y Baides, y de la carretera GU-157.

Este accidente ha tenido lugar a las 6:20 horas, según han informado fuentes del servicio 112 en Castilla-La Mancha y no solo ha afectado a la vía férrea, sino que los restos del tren siniestrado también han quedado esparcidos por la carretera adyacente obligando a su cierre en ambos sentidos.

Hasta el lugar se han desplazado bomberos del parque de Sigüenza que han comprobado que no había fugas en los vagones que transportaban la mercancía peligrosa y se han encargado de asegurarlos.

El siniestro ha obligado al corte de esta vía convencional que pertenece al eje Madrid-Zaragoza-Barcelona. Como alternativa, desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se ha informado por redes sociales de la puesta en marcha de un plan de transporte con transbordos por carretera entre Jadraque y Sigüenza.

La vía afectada, de ancho convencional, está dedicada al tráfico de mercancías y de trenes regionales, principalmente.

El tráfico se reanudará por la tarde

Por su parte la subdelegada del Gobierno en Guadalajara, Susana Cabellos, espera que se recupere la normalidad en la línea a lo largo de la tarde de este jueves.



Según ha señalado tras el minuto de silencio por las víctimas de la DANA en unas declaraciones que recoge Efe, el descarrilamiento se ha llevado la catenaria, por lo que ha explicado que, en estos momentos, los operarios se están realizando labores para despejar la vía y poder retomar la circulación.

Cabellos ha señalado que espera "poder recuperar la normalidad a lo largo de la tarde" y si no fuera así, "comunicarían el dispositivo del día siguiente", pero ha comentado que "en principio hay buen pronóstico".

Respecto a la sustancia que transportaba el convoy, el argón es un gas noble que puede licuarse cuando es sometido a temperaturas muy bajas. Entre sus usos se encuentra la protección en procesos de soldadura y la fabricación de luminarias incandescentes y fluorescentes.

En principio, no se trata de un elemento tóxico, aunque su presencia en altas concentraciones puede causar asfixia al desplazar el oxígeno del aire.