Catalizadores encontrados en el interior del vehículo.

Catalizadores encontrados en el interior del vehículo.

Sucesos

Dos detenidos por robar catalizadores en 64 vehículos de pueblos de Toledo y Cuenca

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Efectivos de la Guardia Civil han detenido a dos personas en la localidad toledana de Yepes acusados de estar detrás del robo de 64 catalizadores en vehículos aparcados en la vía pública de localidades de la provincia de Toledo y Cuenca.

Esta doble detención ha sido la culminación de la operación 'Paladiux', que arrancó en el mes de septiembre después de que se produjera un incremento de denuncias por robos de este tipo, ha informado la Guardia Civil.

Con este punto de partida, los investigadores pudieron identificar dos vehículos utilizados en los robos y a partir de ahí lograron identificar a los presuntos autores y las viviendas donde residían. 

Una vez obtenida esta información, los guardias civiles diseñaron diversos dispositivos de vigilancia y seguimiento con el fin de sorprender a los responsables de estos hechos delictivos.

Así, el pasado mes de octubre, un control llevado a cabo en la localidad de Yepes dio sus frutos. Agentes de la patrulla de Seguridad Ciudadana de este municipio, apoyados por efectivos de Ocaña, dieron el alto al coche de los sospechosos. En su interior, después de un minucioso registro, encontraron un doble fondo bajo los asientos delanteros con cuatro catalizadores y dos cortatubos de cadena, y dos catalizadores más escondidos en la parte del motor.

Los dos ocupantes, que fueron detenidos, acababan de sustraer las piezas de vehículos estacionados en diferentes pueblos de Cuenca. 

Entre 800 y 2.000 euros por catalizador

Los catalizadores son unas piezas colocadas en los tubos de escape de determinados vehículos cuya misión es transformar gases nocivos producto de la combustión en otros inocuos o menos lesivos. En su interior, tienen una placa de cerámica impregnada con un recubrimiento de metales preciosos (paladio, rodio y platino), por lo que cada una de estas piezas puede tener un valor de entre 800 y 2.000 euros en el mercado de segunda mano.

Para la comisión de los robos, esta banda siempre actuaba en horario nocturno. Cada noche se desplazaban a una localidad, visualizaban vehículos con catalizador y se los retiraban utilizando un cortatubos de cadena. Posteriormente utilizaban dobles fondos para esconderlos y dificultar su localización ante la eventual presencia de controles policiales.