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Dos de los tres detenidos por el triple crimen de Chiloeches (Guadalajara) el pasado mes de abril, Cristian B. y David M.A., han sido puesto en libertad provisional después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Guadalajara haya modificado su situación penal y dejen de estar investigados por el delito de asesinato. 

Siete meses después del crimen que acabó con la vida de Ángel Villar y Elvira Fernández, ambos de 52 años y su hija Laura, de 22, la fiscal y el abogado de la acusación particular no han mantenido la acusación en la vista que ha tenido lugar en el Juzgado de Guadalajara para concretar las imputaciones. Se trata de trámite recogido en el artículo 25 de la ley del jurado popular para avanzar hacia el enjuiciamiento.

Sobre Cristian, exnovio de Laura, pesa la acusación de supuesto autor intelectual del robo mientras que a su primo David, quien llevó en coche a Fernando P.S. hasta el chalé, se le considera cómplice o cooperador necesario del robo.

De esta manera, el único de los tres detenidos que continúa en prisión es Fernando P.S., autor confeso del triple crimen. En su caso se le mantienen los cargos por tres delitos de asesinato, otro de robo con violencia en casa habitada y uno más de incendio.

En cuanto a Windybeth, la mujer que se encontraba con el presunto autor del triple crimen en el momento de la detención, su defensa ha pedido el archivo de la causa. Esta joven venezolana fue la única de los cuatro que no llegó a entrar en prisión en el momento de las detenciones.

Robo que acabó con tres muertes

La muerte violenta de los Villar Fernández y su hija se produjo el pasado 13 de abril en la urbanización Medina Azahara de Chiloeches.

Según la investigación, David M.A. llevó de madrugada en el coche de su madre a Fernando P.S. hasta la urbanización con el ánimo de robar, posiblemente joyas y relojes, en la casa de esta familia. Esta información habría sido suministrada por Cristian, exnovio de la hija del matrimonio.

Sin embargo, una vez dentro, los planes no salieron como habían pensado y Fernando acabó con la vida de Laura y sus padres tras infligirles varias heridas de arma blanca. Tras el ataque, prendió fuego a la casa.

En esos momentos también estaba dentro de la casa Yeray, el otro hijo del matrimonio, que al encontrarse en una habitación del piso inferior pudo salir por una ventana y dar aviso al 112.