Un grupo del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) liderado por Pietro Fazzari, en el que colabora Marina Benito Vicente, del Hospital de Parapléjicos de Toledo, ha identificado alteraciones a nivel molecular y celular de los circuitos corticales que se producen en déficits cognitivos y conductuales relacionados con enfermedades neurológicas como la esquizofrenia.
Este equipo ha desarrollado un modelo de investigación que reduce la expresión de la proteína neuregulina 1 (NRG1), un gen relacionado con múltiples enfermedades humanas como el cáncer, la esquizofrenia, la epilepsia y neuropatías periféricas.
En concreto, el modelo replica las condiciones de la esquizofrenia al disminuir parcialmente los niveles de la proteína Nrg1, ya que unos niveles bajos o la mala regulación de Nrg1 puede aumentar el riesgo de esquizofrenia y otros trastornos asociados. La neuregulina-1 desempeña un papel fundamental en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso.
Investigación multidisciplinar
Fazzari y su grupo han analizado con varias técnicas avanzadas los cambios celulares y moleculares en el cerebro de este modelo preclínico contrastándolos con modelos anteriores, explica la Generalitat.
Se trata una investigación multidisciplinar con enfoques y técnicas como la espectroscopía por resonancia magnética (MRS, por sus siglas en inglés) en colaboración con Marina Benito Vicente del Hospital de Parapléjicos de Toledo, la electrofisiología junto a Marta Navarrete del CSIC, la imagen por resonancia magnética, la microscopía confocal y técnicas de biología molecular realizadas en el CIPF.
El análisis con MRS, que comúnmente se utiliza en pacientes humanos, fue utilizado por primera vez en modelos preclínicos basados en alteraciones de Nrg1 en ese estudio.
Contra el estigma social
"Conocemos todavía muy poco de los mecanismos celulares y moleculares implicados en el desarrollo de esta enfermedad. Este descubrimiento permitirá desarrollar fármacos más apropiados para pacientes con esquizofrenia y mejorar el conocimiento de este tipo de patologías. Cuanto más conozcamos de esta enfermedad, mejor podremos afrontarla y facilitaremos que desaparezca el estigma social y la percepción sobre la esquizofrenia que tienen las personas que la padecen", manifiesta el investigador.
Según datos de la OMS, la esquizofrenia afecta a más de 21 millones de personas en el mundo, pero no es tan común como muchas otras enfermedades mentales. Es más frecuente en hombres (12 millones) que en mujeres (nueve millones) y precisamente ellos la desarrollan generalmente a una edad más temprana.
La esquizofrenia implica una serie de problemas cognitivos, de comportamiento y emociones. No se conocen las causas, pero los resultados científicos apuntan a la combinación de la genética, la química del cerebro y el ambiente.