Una roca procedente de un cometa se ha desintegrado sobre Castilla-La Mancha generando una espectacular bola de fuego, que fue vista por multitud de personas que se encontraban mayoritariamente en las zonas centro y sur del país y que fue grabada desde el complejo astronómico de La Hita (Toledo).
Fuentes de este centro astronómico han informado este sábado en un comunicado de que la roca entró en la atmósfera a 101.000 kilómetros por hora sobre las 21:26 horas de este viernes y que numerosas personas pudieron ver cómo una espectacular bola de fuego cruzaba el cielo nocturno y se hicieron eco del fenómeno en redes sociales.
Este brillante bólido, que mostró varias explosiones a lo largo de su trayectoria, se produjo al entrar en la atmósfera terrestre a gran velocidad una roca procedente de un cometa, que fue grabada por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo).
Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto SMART, que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
Procedente de un cometa
También ha sido grabada por los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sevilla, Sierra Nevada (Granada), Ayora (Valencia) y Madrid (Universidad Complutense).
El análisis realizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), ha permitido determinar que la roca que originó la bola de fuego entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 101 mil kilómetros por hora y procedía de un cometa.
El brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 107 km sobre el sureste de la provincia de Albacete; más concretamente, se inició cerca de la vertical de la localidad de Cancarix, próxima al límite entre las comunidades de Castilla-La Mancha y Murcia.
Desde allí avanzó en dirección oeste, mostrando varias explosiones a lo largo de su trayectoria como consecuencia de la súbita fragmentación de la roca en la atmósfera y finalmente el fenómeno luminoso terminó a una altitud de unos 59 km sobre la localidad albaceteña de Rala; en ese momento la roca quedó totalmente destruida, sin que ningún fragmento llegase a impactar con el suelo.