El detalle no pasa desapercibido para ninguna de las personas que se acercan al estand de Castilla-La Mancha en FITUR, la Feria Internacional del Turismo que se celebra hasta este domingo en Madrid. Las azafatas y azafatos que atienden a los visitantes que se interesan por los numerosos atractivos turísticos que ofrece la región castellano-manchega lucen unas llamativas chaquetas a rayas de colores que se salen de lo habitual en este tipo de eventos.
Las vistosas prendas, que el personal del estand combina con pantalones vaqueros y camiseta blanca, han sido confeccionadas con un tejido reciclado salido del telar centenario Eustaquio Rosa, ubicado en la localidad albaceteña de Casas de Lázaro.
Allí, los hermanos Eustaquio y Sergio, hijos del fundador del taller, se han especializado en los refajos y surten a grupos de folclore de toda España. Cada uno de ellos les lleva algo más de dos jornadas de trabajo y su precio oscila entre 170 y 300 euros, dependiendo de la elaboración. Eso sí, según explica Sergio Rosa, "todos se hacen a medida y de forma totalmente artesanal con la lana de mejor calidad que hay en el mundo, que viene de Australia y Nueva Zelanda".
Una lana que llega desde las antípodas, pero que los clientes agradecen debido a que es más ligera. "Nos ha permitido bajar el peso de los refajos de 2,5 kilos a menos de 2 kilos. Parece una tontería, pero a la hora de hacer los giros, los grupos de coros y danzas lo notan", asegura Sergio, que también explica que deben medir 4 metros para que el vuelo sea el ideal durante los bailes.
Una tradición ancestral
Fue su padre, también llamado Eustaquio, el que convirtió el telar centenario de la familia en un modo de ganarse vida. "Fue en los años 70, cuando comenzaron a surgir los grupos de coros y danzas", recuerda. Antes, las familias de Casas de Lázaro utilizaban sus telares de manera no comercial, para tejer "sus propias ropas y sus ajuares" o para hacer "alforjas para los animales, mantas traperas y capotes -un abrigo utilizado por los pastores-".
"Aquí siempre ha habido mucha tradición de tejeduría. El escudo del pueblo, que data del siglo XIV, incluye una lanzadera, que es la pieza que va pasando la lana de un extremo del telar a otro", comenta Sergio, que junto a su hermano recibió la Placa al Mérito Artesano del Gobierno de Castilla-La Mancha el pasado mes de octubre.
Los responsables de Artesanía y Turismo del Ejecutivo regional fueron quienes propusieron al telar Eustaquio Rosa tejer las chaquetas del personal de Castilla-La Mancha en el premiado estand de FITUR. Los hermanos Rosa les propusieron utilizar un material 100 % obtenido de otras telas como lana, algodón, lino y fibras sintéricas. La idea gustó, se hizo realidad... y ahora está siendo muy comentada.