Pese a la creencia popular, los campos de concentración en la España de 1939 eran más comunes que las universidades. De hecho, para el final de la Guerra Civil alrededor del 4 % de la población se encontraba recluida en uno de ellos, y uno de los más importantes de Castilla-La Mancha fue la Casa del Guarda, situado en Jadraque (Guadalajara).
La primera mención que se hace a este lugar en los documentos oficiales corresponde al 3 de julio de 1938, cuando llegó la primera unidad de trabajadores prisioneros, un total de 305 personas que hicieron del entorno su lugar de reclusión mientras alternaban intensas jornadas de trabajo con duras condiciones de descanso.
Tras la caída del frente de Guadalajara, el 28 de marzo de 1939, las rendiciones en el ejército republicano hicieron que la Casa del Guarda se convirtiera en un campo de concentración, llegando a albergar a un total de 5.000 personas en sus barracones. Ahora, un grupo de trabajo multidisciplinar ha encontrado nuevos detalles sobre este sitio.
Todos los secretos de este lugar
Durante estos meses, un equipo encabezado por los doctores Alfredo González Ruibal y Luis A. Ruiz Casero ha realizado una serie de excavaciones arqueológicas que han permitido documentar 49 estructuras en este campo de prisioneros, la mayoría de ellas barracones semi-excavados en el suelo, de los que se han intervenido arqueológicamente en varios, según ha explicado el Consistorio en una nota de prensa.
Estas estructuras no tenían un techo consistente, ya que no han quedado restos de ello, por lo que podrían estar cubiertas por lonas. Su interior también era precario, ya que la tierra hacía de suelo, del que se han recuperado gran cantidad de latas de conserva, de leche condensada y algunos huesos del rancho que recibían los allí hospedados.
También se ha podido documentar parte de las actividades a las que los prisioneros dedicaban su reducido tiempo libre, como la elaboración de tazas a partir de latas, o la escritura de cartas, en la mayoría de los casos, para la búsqueda de avales que les permitieran salir del encierro.
Asimismo, se han documentado estructuras, de mejor factura, dedicadas al emplazamiento de puestos médicos y de vigilancia, en los que abunda la munición sin disparar, los elementos de uniforme, los medicamentos y las partes abandonadas de armas.
"Conocíamos solo una pequeña parte"
Tras descubrir estos nuevos hallazgos, la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Jadraque, María Ángeles Moreno, se ha congratulado de los resultados. "Conocíamos sólo una pequeña parte de todo lo que está apareciendo. Por eso nos han sorprendido los hallazgos”, ha señalado.
La concejal ha indicado que esta iniciativa "nos ayuda a conocer mejor nuestra historia, para no repetirla, y mostrarla a quienes nos visiten". Y, sobre todo, "a seguir construyendo democracia sobre los cimientos de la verdad, sin tapujos".