Tras la aprobación por parte de la Unión Europea de una serie de prohibiciones relativas a la fabricación y comercialización de productos considerados como microplásticos, algunos medios de comunicación han publicado "informaciones erróneas", ya que hablaban de la prohibición en ocho años de todos los campos de césped artificial.
Por ello, el Proyecto LIFE T4C, financiado por la Unión Europea para ofrecer una alternativa sostenible a estas superficies y en el que se integran diversas empresas e investigadores universitarios, ha aclarado que la obligación es de eliminar el relleno de caucho, no todo el césped artificial.
"Los microplásticos ahora prohibidos por el nuevo Reglamento de la UE, son partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que son orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación. El Comité de Evaluación del Riesgo de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas consideró en un informe previo que el material de relleno para su uso en superficies deportivas de césped sintético es el mayor contribuyente en términos de uso de microplásticos en los productos, así como la mayor fuente de emisiones medioambientales", han expresado.
Alternativa al caucho
Por ello, la puesta en marcha en septiembre del Proyecto LIFE T4C, financiado con fondos europeas e integrado por un consorcio de empresas, propone una alternativa a los actuales campos deportivos con relleno de partículas de caucho.
La base de esta alternativa es el Ecolastene, un producto desarrollado por la compañía Green World Compounding (GWC), con sede en Alhama (Murcia), que presenta múltiples ventajas:
- Reciclado y reciclable, con una baja huella de carbono.
- Seguro y libre de sustancias tóxicas.
- Diseño innovador, que impide que el material salga del terreno de juego.
- Ligero y ultraelástico, ofrece altas prestaciones con una baja cantidad.
- Fácil de instalar y compatible con cualquier tipo de césped.
- Certificado por organizaciones deportivas internacionales como FIFA.
Tal y como señala Salvador Navarro, responsable del proyecto de Ecolastene en GWC, "este nuevo relleno no está considerado como microplástico, porque es mayor de 5 milímetros, el uso y el aire libre no lo descomponen y las pérdidas del mismo son inferiores a 7 gramos por metro cuadrado".
Además, el Ecolastene está monitorizado y tiene un pasaporte que garantiza su trazabilidad, lo que significa que al final de su vida útil se recoge y se recicla. Su creación supone una nueva vida para los campos deportivos de césped artificial, "una superficie que es imprescindible hoy día para la práctica deportiva".