Unas 380 personas viven durante todo el año en Carcelén, el municipio albaceteño que multiplica por 15 su población durante la noche del 23 de agosto. En esa fecha se desarrolla una carrera nocturna "única" durante la conocida Fiesta de los Montones, en honor al Santo Cristo de las Eras y la Misericordia.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde de Carcelén, Antonio Moreno, incide en cómo esta fiesta, declarada de Interés Turístico Regional en 2018 y que se celebra "desde hace miles de años", es algo que "impresiona" ver. En torno a ella se citan en torno a 5.000 o 6.000 personas.
La fiesta comienza con el encendido de tres montones de mata -cortada los días previos- en lo alto de la montaña denominada Peña Blanca, donde suben los corredores portando linternas. Desde allí bajan andando a la conocida como Piedra del Mediodía -que durante todo agosto permanece iluminada-, desde donde sobre las 23.00 horas salen corriendo hacia abajo.
Un itinerario "difícil"
Una única carrera en la que participan hombres y mujeres y que está abierta "a cualquier persona que se atreva" a realizarla, ya que se trata de un "itinerario no muy largo" pero sí "difícil", pues a la inclinación del terreno se suma la tierra y la nocturnidad, detalla el alcalde.
Hasta el día 20 de agosto se pueden hacer las inscripciones en el Ayuntamiento, que entrega un dorsal, se hace cargo de subir a los participantes a la Piedra del Mediodía y ofrece un pequeño avituallamiento.
Los corredores siempre han hecho el trayecto con antorchas encendidas, aunque ahora se realiza con linternas, por motivos de seguridad, pues cuando la gente se caía "enseguida soltaba la antorcha" y provocaba un incendio.
Antonio Moreno admite que están "intentando recuperar" la tradición, pero resulta "difícil" encontrar antorchas "que no goteen" y "que no desprendan ningún tipo de material" que pueda prender y quemar el monte.
Actualmente solo hay una antorcha al inicio, otra al final y otras dos que reciben tanto el ganador masculino como la ganadora femenina para que puedan prender el último montón. Los ganadores reciben una escultura, que deberán guardar hasta el siguiente año, que les reconoce como portador y portadora de fuego.
Rutas y comidas populares
Una vez finalizada la carrera, donde las sombras de la noche y las luces generan "una imagen muy, muy bonita", según el primer edil, la imagen del Cristo de las Eras, tras un castillo de fuegos artificiales, es transportada en procesión desde su ermita hasta la iglesia parroquial de San Andrés.
El alcalde explica que hasta que las fiestas concluyan el día 27, junto a la carrera se suceden muchas más actividades, como rutas nocturnas de senderismo, campeonatos de frontón y padel, una ruta ciclista, teatro y varias comidas populares donde degustar gazpachos, somarro -asar patatas en la lumbre- o paellas.
Además, Carcelén se engalana estos días con motivo de sus fiestas, una tradición que también mantiene viva la Universidad Popular, que "adorna todo el pueblo de ganchillo", mientras que en las calles donde viven las damas y reinas de las fiestas del año se adornan y pintan las fachadas e incluso colocan arcos hechos con ramas de sabina en la puerta de las mismas.
Interés Turístico Regional
Moreno reconoce que la Declaración de Interés Turístico Regional ha propiciado que se note "mucha más afluencia de público" de "muchísimos sitios de Castilla-La Mancha y de fuera", pues hasta entonces se acercaban los habitantes de pueblos de alrededor y del propio Carcelén, pero ha insistido en que esa carrera, que mezcla devoción y una parte pagana, pone "los pelos de punta".
Al margen de esta Fiesta de los Montones, Carcelén, que también está incluida en la denominada Ruta de los Pueblos Mágicos, se ofrece a los visitantes durante todo el año. "Tenemos varias rutas de senderismo en entornos naturales", un "montón" de nacimientos de agua, la ermita del Santo Cristo, un lavadero "tradicional" y un castillo rehabilitado que se puede visitar, y que ahora alberga una exposición sobre unos restos "únicos en la zona" hallados en dos cuevas sepulcrales, de finales del Calcolítico y el inicio de la Edad del Bronce.
El alcalde de Carcelén finaliza invitando a todo el mundo a disfrutar de sus fiestas y a conocer este pueblo albaceteño: "La gente es encantadora, la comida de los bares que tenemos es fabulosa y merece la pena venir".