De ser el peor estudiante y el hijo rebelde y conflictivo a convertirse en el ganador de un concurso televisivo que mueve masas, primero, y a entrar después en la élite de la cocina, Estrella Michelín incluida. El chef Carlos Maldonado cuenta su historia en “Raíces”, un documental que se estrena este miércoles en RTVE Play.
Pese a que él la define como “una vida cualquiera”, llena de “éxitos y fracasos”, en la que se ha caído y se ha levantado, cuenta a Efe en una entrevista, la de Maldonado (Talavera de la Reina, Toledo, 1991) no es una historia corriente, pues todo iba encaminado hacia cualquier lugar, menos al que ha llegado.
Él es el claro ejemplo, cuenta reflexivo, de un fracaso estudiantil, producto de “una educación estándar en la que solo se sigue una línea educativa en la que o vales para eso o no sirves para nada”.
“Nosotros hemos sido malos estudiantes, los malos de clase, entonces te lo dicen y te lo terminas creyendo, que eres malo, que no sirves, que no vales. De pequeño eres una esponja (…) Salimos a la calle, nos sentimos arropados por un bando y nos sentimos útiles y fuertes en ese bando. Y hacemos cosas desagradables y malas que pueden dañar a otras personas”, apunta.
Ahí, recordando esta época de calle y líos, es donde arranca el documental producido por Shine Iberia (la productora de MasterChef) y RTVE y dirigido por el documentalista Hernán Zin (“2020”, “Nacido en Siria”), que se estrena este miércoles con dos episodios que viajan hacia sus orígenes y que buscan que el público reflexione.
"La calle me enseñó un camino en el que era bueno"
“Quiero que cuando veamos ese documental se ahonde en esto. La calle me enseñó un camino en el que era bueno. Era el camino erróneo, pero yo era bueno. Y ese es el gran error, el camino fácil, irte a la calle, rodearte de un grupo de chavales que están en la misma situación que tú y cometer esos errores. Pero todos valemos para algo, todos somos útiles, lo único es que no encontramos nuestro lugar, no nos lo enseñan”, explica el cocinero, creador del restaurante “Raíces” en su tierra (una estrella Michelín).
A él el camino se lo enseñó una moto estampada, primero, y después una casualidad. Lo primero llegó de sopetón y lo cambió todo, le hizo reflexionar, ser más consciente de sus actos y comenzar a labrarse un futuro. Ahí nació una de sus primeras pasiones, la venta ambulante, que realizaba con su padre cada día, de pueblo en pueblo.
Y, lo segundo, fue por un empeño de su madre, que lo convenció para apuntarse al cásting de "MasterChef". “Fue una casualidad, suerte, totalmente suerte. Si yo no hubiese topado con MasterCherf a saber qué sería hoy de Carlos. Si yo no hubiese cogido una moto con una chica y me hubiese estampado…”.
No solo logró entrar en “MasterChef” en su tercera edición (2015) sino que desde el primer momento fue el concursante favorito, y el más alabado. Al salir, decenas de contratos publicitarios, programas de televisión y otras actividades lo esperaban.
Y disfrutar de uno de los premios del concurso, un máster en el prestigioso Basque Culinary Center, que al principio vivió como una pesadilla porque no estaba al nivel, algo que pronto le pusieron de manifiesto. “Me recomendaron cogerme otro cursito rápido para terminar cuanto antes y dije, qué va, me tendréis que suspender, pero yo me voy a quedar aquí”.
“Me enfadé un poquito, pero es entendible. Te ven como una imagen. Tú llegas y es un master. Normalmente te sacas la carrera y luego haces un master. Yo no me saqué la carrera y entré directamente en un máster y me pegaron una ostia. Allí va la gente a actualizar sus conocimientos, son jefes de cocina y yo "hola, soy Carlos Maldonado y he ganado MasterChef”… Es que eso es fuerte”, apunta.
Suerte, esfuerzo y sacrificio
Maldonado aprobó “por los pelos” a base de muchísimo empeño, aprendió todo lo que pudo y sacó “el valor de llevar a cabo las ideas, montar un restaurante y poner en práctica todos esos conocimientos”. "Al cabo del tiempo, gracias a la suerte, el esfuerzo y el sacrificio y muchos factores que han influido he podido callar bocas”, añade.
Además de “Raíces”, Carlos Maldonado cuenta con “El Círculo”, un restaurante de hamburguesas que creó cuando la pandemia paralizó el país y que esta semana llega precisamente a Madrid con un servicio a domicilio que abarca el 60 % de la capital. “Son cocinas centrales y luego si va todo bien abriremos locales físicos. Le vamos a dar un tiempo de introducción”, apunta.
A través de la plataforma de la televisión pública, “Raíces” navega por los rincones íntimos de un joven que ha dedicado los últimos años de su vida a callar bocas a base de éxitos y al que le queda todavía un mundo de planes por cumplir.