Si por algo destaca Castilla-La Mancha es por su excelente cocina. Exquisitos y abundantes platos con productos de la tierra aúnan tradición y buen gusto para conformar una gastronomía envidiable en todo el mundo.
Son muchas las recetas de la comunidad que han trascendido a lo largo de los años y que siguen maravillando a los comensales. Sin embargo, todavía existen elaboraciones específicas de zonas muy concretas que no mucha gente conoce.
Es el caso del tiznao manchego, un plato donde el bacalao es el ingrediente principal y que, pese a estar a cientos de kilómetro del mar, es típico de la provincia de Ciudad Real. Además de pescado, se elabora con pimiento rojo, cebolla, ajo, patatas, pimentón dulce, aceite de oliva y sal.
El tiznao es una de las elaboraciones más antiguas de la provincia. Incluso Miguel de Cervantes lo incluyo en una de las escenas de su libro Don Quijote de La Mancha. Su nombre proviene del color oscuro que se quedaba al asar los pimientos en las brasas de las chimeneas.
Se trata de un plato que está asociado en invierno y que en muchos pueblos de la provincia se come en Semana Santa. Sin embargo, debido a su sencillez y su sabor, hay quienes lo cocinan durante todo el año. Eso sí, siempre ha que servirlo acompañado de pan para mojar.