Con el paso del tiempo, los bocadillos se han convertido algo más que una solución de urgencia para matar el hambre. Del clásico pan abierto con algunas rodajas con embutido se ha pasado a elaboraciones de autor donde se cuida al máximo cualquier detalle, desde el pan al relleno pasando por los aliños.
En Ciudad Real, una de estas propuestas la podemos encontrar en La Frívola, un bar situado en pleno centro de la ciudad, en el Paseo del Prado. En este local los bocadillos se salen de lo habitual, con ricos ingredientes que no pasan desapercibidos entre los vecinos y los turistas que visitan la capital.
Una de sus creaciones -la más original- es el sándwich de cachopo, compuesto de cachopo asturiano, pisto manchego y huevo en pan brioche. Sin duda, una opción de lo más contundente para reponer fuerzas.
Además, también destacan en su carta el sándwich de pastrami, con ternera, queso ultrafundido, pepinillos en vinagre y mostaza retocada; el pulled pork, con cabeza de lomo de cerdo asado a baja temperatura durante nueve horas, ensalada de col y barbacoa casera; el sándwich jefazo, con parmesano, edam, mozarella y queso chedar en crema; y el de pollo marinado, con pechugas marinadas con zumo de piña, soja y miel, guacamole y dados de tomate.
Pero este local no solo ofrece bocadillos. También tiene raciones, ensaladas y pokés, hamburguesas, perritos y tostas.