La mejores patatas bravas del mundo se sirven en un restaurante de Albacete

El jurado del V Concurso Internacional de Patatas Bravas celebrado este lunes en el Hotel Rey Sancho de Palencia (Castilla y León) ha determinado que la mejor elaboración del mundo de este plato se hace en el restaurante Martina de Albacete.

El chef Javier García Albuger se ha impuesto con sus 'bravas Martina 24' a otros 17 cocineros de Madrid, Albacete, Orense, Palencia, La Coruña, Alicante, Burgos, Salamanca, Valladolid, Segovia y Guadalajara.

Un plato que ha sido reconocido por su perfección técnica, equilibrio de sabores, contraste entre cremosidad interior y exterior crujiente y perfección de la salsa. Un manjar que ha hecho las delicias de un jurado liderado por el Estrella Michelin Miguel Cobo.

No es la primera vez que el restaurante Martina es reconocido por sus bravas, ya que en 2021 logró el primer puesto en el concurso internacional 'Una de Bravas', mientras en 2022 volvió a subirse al podio alzándose con el tercer puesto. 

La receta

Según contaba hace unos meses el cocinero del establecimiento, Javier García, a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM, en hacer las 'bravas Martina 24' se puede tardar hasta dos días porque "llevan muchos procesos". 

Para su elaboración se utiliza una patata de tipo agrio y con ella se hace un puré, al que se añade queso manchego, mantequilla, una salsa de chilli dulce, sal y pimienta. Después se hacen bolitas y se rebozan con una mezcla de siete especias japonesas. Para terminar, se fríen.

Por fuera quedan súper crujientes y en el interior, muy cremosas por la mantequilla y el queso. Además, se combinan con una salsa brava -mezcla de mayonesa y de sriracha- y con un alioli casero muy suave. 

El restaurante

Ubicado en la Avenida España 9 de Albacete, 'Martina Restaurant & Bar' es la primera apuesta del Grupo Candela en la ciudad. Un establecimiento que abrió con el objetivo de ofrecer un nuevo concepto de restaurante, combinando gastronomía de tradición y vanguardia.

Su cocina es una mezcla entre la cultura oriental y los productos de la tierra, siempre con el fin de despertar los sentidos de los comensales. Un lugar del que nadie se puede ir sin probar su tortilla de camarones, su tataki de atún, sus croquetas o su rabo de toro.